O2: Un almuerzo incómodo

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Pesas, energía potencial, números, números y más números con letras en medio.

Rin ya no daba para más con toda esa información en el pizarrón, ¿De qué le iba a servir eso para la vida? ¿Acaso le servía para que no la estafaran con el cambio al comprar pan? No, y si no le servía para eso entonces a sus ojos era totalmente inútil. Soltó un alargado suspiro y dejó reposar la cabeza entre sus brazos mientras trataba con todas sus fuerzas de no cerrar los ojos, sabía que de hacerlo se dormiría, no quería regaños ese día, bastante estresada se encontraba tratando de descifrar a la rarita esa como para meterse más mierda a la cabeza.

── ¿Tienes goma? ─Preguntó su compañero de puesto, se quedó un momento entre la nada y el todo tratando de recordar su nombre, aunque no lo consiguió, así que sólo asintió enderezándose un poco para extenderle la goma desinteresadamente. ── Uhm, ¿Eres nueva aquí?

── ¿Me pediste la goma como excusa para hablar conmigo?

Fue tan directa con sus palabras que el muchacho se atragantó con su saliva y tuvo que cubrirse los labios para toser un poco, el rubor se apoderó de su rostro haciendo notable que Rin había acertado con su interrogante, pero no creyó ser tan obvio.

── Bueno... Sí. ─Musitó jugando con el borde de la hoja de su cuaderno como un tic nervioso, provocando que la rubia riera para sus adentros.

── Correcto, soy nueva. ─Asintió apoyando la mejilla sobre la palma de su mano, acto seguido arrugó la nariz cerrando los ojos momentáneamente. Ya estaba lista para decir algo fuera de lugar. ── Sácame de una duda, ¿Cuál era tu nombre? No te presté atención antes.

── Moke, Moke Zhiyu.

Hasta ahí llegó su interacción, porque la atención del profesor cayó en ellos y fijaron la vista al frente con tensión sobre sus hombros. Tras unos cuantos segundos Rin suspiró, casi por inercia sus ojos viajaron por el aula en busca de esa turquesa mirada, y apenas notó lo que estaba haciendo chasqueó la lengua pegando la frente contra su pupitre.

¿Por qué la tenía tan latente en su mente?

No podía dejar de preguntarse eso, le caía mal, y sabía que Miku sentía lo mismo por ella, ¿Entonces por qué?

── Maldita rara. ─Susurró tan bajo que sus palabras no fueron entendibles, pero llamó la atención de su compañero.

── ¿Dijiste algo?

── No era para ti. ─Musitó de forma áspera y Moke pegó un respingo sobre su asiento sintiendo los nervios recorrer todo su cuerpo, Rin jamás había sido muy considerada con los demás, tampoco pensaba mucho antes de hablar ni razonaba en que su forma de decir ciertas cosas podría herir a otros. Era bastante hija de puta en ese sentido, y para peor, lo sabía.

No conocía a Moke de nada, pero el sólo hecho de que su nombre se pronunciara similar al de ella le era suficiente para no querer hablarle.

Definitivamente era algo injusta al esperar buenos modales de otros pero no hacer lo mismo, no le interesaba en lo más mínimo dejar una buena imagen con los demás.

Para su suerte el muchacho no volvió a dirigirle la palabra, toda la clase estaba pasando de forma tan tortuosamente lenta que estuvo a punto de quedarse dormida así mismo, pero entonces algo ocurrió. Y ese algo sólo le molestó.

── Hatsune, ¿Puedes resolver este ejercicio por nosotros?

La voz del docente sonó tan suave y dulce que Rin mordió su labio inferior con odio, ¿Era una chupamedias, no? Sólo a esa conclusión pudo llegar. Por mera curiosidad levantó la vista hasta dar con ella, sus manos se encontraban temblorosas como siempre, pero luego de que Luka le susurrara algo al oído, esta asintió levantándose con una confianza que jamás creyó poder llegar a ver en alguien como ella, se sintió impresionada por un momento, pero no le tenía fe con el ejercicio.

𝐃𝐈𝐅𝐄𝐑𝐄𝐍𝐓𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora