O6: Una conspiración

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Decir que aquella situación no era extraña sería una total falacia para Rin.

Hace aproximadamente diez minutos llegaron a su casa, y tras explicarle a su hermano sobre Miku este lo primero que hizo fue aproximarse a ella con toda disposición de ser su amigo, y lo más sorprendente es que lo logró.

O a medias, pero el que estén en la habitación del infante muy probablemente con Len presumiéndole su colección de peluches fue algo duro de tragar.

A ella le costó un mundo mantener una conversación con Miku, ¿Cómo su hermano pequeño había logrado conectar tan rápido?

«Porque no se la pasó juzgándola como tú»

Sacudió la cabeza dándose un golpe en las mejillas que fue lo suficientemente sonoro como para sacar a Kaito y Luka de su amena charla, viéndole de inmediato con extrañeza.

── ¿Rin? ─Le llamó el muchacho torciendo los labios en una mueca divertida que le subió los colores al rostro. Tenía esa mala costumbre de expresar sus pensamientos con expresiones faciales y movimientos involuntarios sin notarlo. ── ¿Pasa algo?

── ¡Ahaha, no, no! ─Negó riendo de forma nerviosa, y si bien su voz sonaba segura, su rostro no decía lo mismo, eso bien lo sabía así que se resignó cuando cruzó miradas con la mayor y suspiró. ── Bien, les voy a decir pero no se burlen de mí.

── No puedo prometerte nada.

Por supuesto que esa fue Luka, pero pasó de ella y se aclaró la garganta.

── Estaba... Pensando. ─Dijo lo ya obvio y ambos le miraron con los párpados caídos dispuestos a protestar, pero no les dio tiempo y retomó el habla. ── Mi hermano conectó inmediatamente con Miku, y a mí aún me cuesta un poco hablarle porque me siento culpable por haberla juzgado sin hacer un mejor análisis o darme el tiempo de conocerla.

Bajó la cabeza jugando con sus dedos claramente avergonzada, se espantó al sentir un afectuoso roce sobre su cabeza y de inmediato subió la vista, encontrándose de forma inmediata la cálida mirada de Kaito. Le estaba sonriendo de tal forma que incluso sus mejillas se oscurecieron un poco, si fuera una chica promedio probablemente estaría babeando por él, pero como no lo era tan sólo enarcó una ceja y se volvió a aclarar la garganta alejándose del tacto.

── Hey, a todos nos costó al principio tratar con ella. ─Comentó dejando a la rubia bastante perpleja, así que miró hacia Luka en busca de confirmación y su esquiva mirada le otorgó lo que buscaba. ── Miku solía gritar mucho y tener ataques que le llevaban a conductas autodestructivas cuando éramos más pequeños, y bueno, yo...

── Kaito le tenía miedo.

── ¡E-Eso–! ... Okay, sí, le tenía miedo. ─Trató de protestar a lo dicho por Luka pero no pudo, y por dentro a Rin le hizo reír a pesar de la imperturbable expresión que cargaba. ── Es sólo... Cuando le daban ataques me hacía entrar en pánico y me largaba a llorar porque era un llorica.

── ¿Eras?

── ¡Luka deja de interrumpir mi relato! ─Reclamó desviando la vista hacia la mencionada, quien sólo silbó esquivando su mirada como si no fuera la culpable de nada. ── Como... Como iba diciendo, Rin, no te sientas mal por eso, ¿Bien? En ningún momento fuiste grosera con ella, ¿Verdad?

Asintió cuando le dio una pausa para responder, pero internamente frunció cada parte de su rostro al recordar un hecho en particular.

No era necesario decirlo.

── Bien, entonces vas pasos por sobre Luka. ─Dijo y a Rin le tomó un momento procesarlo. Como el mismísimo exorcista giró la cabeza hacia la fémina, quien se atragantó con su saliva y comenzó a toser queriendo ahorrarse el responder a ese intrusivo mirar. ── Esa mujer que ves ahí y que defiende a Miku a capa y espada fue un tormento para ella en su inicio, ¿Ves que eso afecte la amistad que tienen?

𝐃𝐈𝐅𝐄𝐑𝐄𝐍𝐓𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora