seis

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Al llegar a la casa entramos al enorme edificio y escuchamos gritos de la parte de arriba, eran voces peleandose y otras dando pequeños gritos, mucho ruido en resumen.

Alba y yo subimos corriendo las escaleras y vimos a Carlos tirado en el suelo encima de Julia, la cuál se quejaba e intentaba quitarselo de encima dandole golpes en el pecho, al otro lado Maria y Marilia intentaban quitarselo de encima, no había rastro de África y Joan.

–¿Qué hacéis?–escuché decir a Alba detrás de mí, sin percatarse todavia de la situación.

Me lancé encima de Carlos y le solté un puñetazo en todo el lateral de su cara, haciendo que se apartara de Julia y se viniera a por mi, Marilia se puso con Julia que lloraba desquiciada en el suelo mientras María le propinaba una patada en la parte trasera del chico, este antes de girarse le dí una patada en su zona intima, cayendo al suelo.

–Nat, para.–dijo Alba agitada y un poco en trance.

–Cómo te vuelva a ver tocandole un pelo a alguien de esta casa te corto los cojones.–me acerqué a él que estaba en el suelo.– ¿Me estás escuchando?

Carlos sonrió y le solté otra patada en sus partes, haciendo que se riera angustiado en el suelo.

–Chicos, nos vamos, ya.–mandó Alba, haciendo que todos fueran a recoger sus cosas.

–¿Dónde están África y Joan?

–Están en el baño, a África le ha dado un ataque de ansiedad.–dijo María abrazando a Julia.

Bajé al baño y vi a África sentada en el suelo con los brazos al rededor de sus piernas.

–Ya está, cariño, nos vmos de aqui.–ayudé a levantarse y le dediqué a Joan una mirada de agradecimiento.

África se levantó con cuidado y salimos del baño en busca de los demás, indiqué a África que cogiera sus cosas que nos ibamos ya, da igual que se fuera a hacer de noche, queríamos salir de ahí ya y los zombies estaban más cerca que antes.

Pasaron veinte minutos y ya estabamos todos, excepto Carlos, en la puerta recogidos para irnos.

–¿Puedo conducir yo?–preguntó Joan saliendo por la puerta.

–Está bien, ve detrás del coche que va a conducir Natalia.–le dijo Alba.

Alba, María, Marta y yo ibamos en un coche, Joan, Marilia, África y Julia en el otro, no teníamos rumbo fijo, solo queríamos hacer algo para salvarnos, tiene que haber algún campamento.

–No sé cuanto vamos a poder avanzar con los coches, va a ver un momento que tengamos que andar.

–Esto es una locura.–decía Marta sentada en el asiento trasero.– No vamos a lograr sobrevivir, no podemos hacer nada y vamos a morir tarde o temprano.

–Marta relajate, estamos todos juntos, hay posibilidades.–decía María cogiendole la mano a la morena.

Marta se quedó mirando a la chica y apoyó su cabeza en su hombro y ahí se quedó, Alba miró hacia atrás mirando la escena entre divertida y un poco melancólica.

Parecía que todo iba bien pero algo en el camino hizo que nos quedaramos paralizados, sobre todo a Alba que se quedó más pálida que de costumbre.

–Estamos acabados.–dijo Marta detrás haciendo que analizasemos la situación.

Delante de nuestro coche, a lo lejos, un montón de zombies caminaban por la carretera de manera vaga y sin dirección establecida.

–Tenemos que dar la vuelta.–dijo María.

endgame [albalia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora