Las Escondidas

Introducción

Cuando comenzamos la preparación del juego, pasaron cosas terribles, la mayoría del grupo lo quería intentar, unos no creían y otros sí.

Este juego cambió mi vida y forma de pensar... En un momento, un grupo de 6 amigos comienzan a contar historias de terror por aburrimiento y en otro, se ponen de acuerdo en hacer un juego paranormal.

En mi grupo estamos, Sam, el típico chico negro, buena onda, cómico y nada valiente.

César, él obsesionado con los deportes, alto, medio guapo, pero, sin cuerpo atlético.

Andrew, el chico inteligente, siempre informado de cibernética, amante de las computadoras, igualmente medio guapo, le quedaría mejor el papel de obsesionado con los deportes.

Ana, creyente de cosas espiritistas, una chica bonita, amable y sensible.

Génesis, a veces valiente, totalmente soltera, aventurera y amable.

y yo.

Rachel, mi fortaleza no siempre fue la valentía, aunque siempre me gusta probar cosas nuevas, soy quien creó este grupo tan raro. Todos vamos a la misma universidad, la mayoría en cursos diferentes, pero poco a poco nos conocimos todos.

7:17 PM - Clima Frío - Día 0

Ese día comenzamos a hablar por WhatsApp.

César: ¡Amigos! ¿Les parece si nos encontramos en nuestro lugar de reuniones?

Ana: Ok.

Génesis: Está bien, no tengo nada que hacer.

Sam: ¡¿Ahora?! Son las 7:21.

Rachel: Ok, estoy aburrida.

Andrew: Estoy en media partida, pero me anoto.

Me levanté de la cama, me coloqué mis pantuflas de conejos, comencé a marearme por pararme tan rápido, di pasos torpes, no me podía mantener mucho de pie, me quería caer, pero me aguante de una pequeña puerta de madera que tiene mi clóset, seguí caminando hasta poder pararme sin perder el equilibrio, agarré el picaporte y abrí la puerta de madera de mi habitación.

Se escucha a la puerta soltar un suave chirrido, y comienzo a caminar hacia el baño, abro la puerta y enciendo la bombilla, me veo en el espejo y me lavo la cara, tenía un poco de sueño. Al salir del baño bajé por las escaleras agarrándome del pasamano.

Entré en la cocina y abrí el refrigerador, tomé agua y agarré una manzana, la lavé y me devolví a mi habitación para alistarme, me coloqué una camiseta color negra, unos jeans cortos y zapatos negros, siempre me gusta estar bien vestida, aunque vaya a un bosque. Volví a salir, para luego bajar las escaleras, agarré las llaves y me fui.

César: ¿Entonces, vienen?

Andrew: Sí, ya estoy saliendo de casa.

Rachel: Igualmente yo.

Ana: Yo ya estoy en camino.

Génesis: Sigo dentro de casa, me estoy vistiendo.

Sam: Me convencieron.

Andrew: ¿Estabas desnuda?

Génesis: ¡NO! Sólo estaba en pijama.

Andrew: Era broma jaja.

Rachel: Ey Andrew, te espero frente a mi casa.

César: Los espero.

Ana: Ya estoy entrando.

Génesis: Ya estoy saliendo.

Hablando por WhatsApp espero a Andrew.

- Hola, ¿cómo estás? - Era Andrew, caminando hacia mí.