Extraños Parte I

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¿Amor a primera vista? ¿Te lo has preguntado?

¿Cuándo le dejaste ir?

Finalmente, estas en casa despiertas con un café por la mañana te diriges a tu cuarto y puedes verte al espejo siendo tú mismo. —Israel contemplaba la vista por la ventana.


Diario

Enero 11, 2017. Quizás estoy siendo tonto al regresar, pero al menos la conoceré y quiero conocerla. 

¡Hoy voy a por ti!

...

El viaje fue algo agotador para Israel, pero le tenía contento este día porque por fin iba a conocerle 

sí al amor de su vida, Sophia.

Diario

Hace seis meses conocí a Sophia una persona muy encantadora además de ser atractiva y dulce. Algo que la caracteriza son sus ojos, uno de color marrón y otro verde, su piel morena siempre luce tersa, y su cabello lacio hasta la cintura.

¿Cómo nos conocimos?

Bueno la verdad aún no lo hacemos.

No sé cómo empezar, que palabras decir, ni se si son las correctas, pero algo está claro, he llegado a casa.

...

Puedo recordar que tenía hambre que era muy temprano y que además no había que comer, con un billete compre tortillas y con el cambio unas galletas. Más tarde prepare la comida. Rentaba con un amigo que trabajaba en una compañía sobre finanzas siempre llegaba tarde y la comida prácticamente se convertía en cena, pero uno se acostumbra. Ese día un mensaje llego para decirme que no vendría. Decidí servirme un plato grande de espagueti encendí la laptop y vi dos capítulos de una serie para ser exactos algo de ciencia ficción, la salsa de aquella comida aún me trae recuerdos.

Eran alrededor de las 7, acostumbraba escribir en un pequeño libro frases que guardaba junto a mi cama. La noche llegó con una taza de café y después de un largo baño decidí recostarme y el sueño simplemente me venció.

En aquella habitación había mucha tranquilidad, ventanas grandes, cortinas largas hasta el suelo y la luz dispersa entre las paredes, pero el disturbio comenzó con la lluvia y de pronto bastó con un timbre para recordarle a Israel que tenía un mensaje nuevo.

Quizás estaba soñoliento y apenas comenzaba a ver la pantalla de notificaciones cuando aquel mensaje me dejo sin aliento.

 ¿Puedes ayudarme? (texto que provenía de una lada conocida)

Sin embargo, no lo tenía registrado. La foto de perfil dejaba ver a una chica joven de cabello castaño.

— ¿Cómo puedo ayudarte? —

— Necesito un favor espero que puedas sacarme del apuro, ¿Podrías marcarme y fingir que eres mi novio?, solo necesito salir de esta fiesta —escribió aquella persona desconocida.

Todo parecía demasiado extraño y de cierta manera lo era para Israel, pero había perdido el sueño y no tenía nada que perder.

*Después de dos timbres consecutivos los segundos comenzaron a contar*

— Hey, sígueme la corriente ¿Ok? —Dijo una voz femenina

— Vale te sigo —Israel

*El teléfono de la mano de aquella persona fue tomado y una voz diferente emergió*

— Hola extraño —respondió otra voz femenina.

— Amm y tú eres? —murmuró al darse cuenta de que la voz había sido remplazada por otra persona.

— ¡Oh por dios! Sophia porque no le has hablado de mí —dijo aquella joven rubia mientras veía a Sophia para indicarle entre señas que había comenzado una videollamada.

Sophia no podía estar más nerviosa, pero algo le sorprendió con la llamada y por ello decidió permanecer callada.

— Bueno, soy Katherine y como mejor amiga de Sophia déjame explicarte tres simples reglas. Una, tendrás que lidiar conmigo eventualmente, dos, quiero que borres esa expresión de tristeza que siempre carga, y por último no estas mal ¿Sophia cuándo invitas a este caballero?

— Kat... apenas nos acabamos de conocer —Sophia volteo a ver a su amiga mientras esta sostenía el teléfono.

— Vamos Soph con mayor razón. Bueno eres libre y tú mi amigo tenemos un acuerdo —Katherine le cedió el teléfono.

Sophia dio un saludo con la mano al aire para despedirse de sus amigos y salir por aquella puerta.

*Sonido de golpe al cerrar la puerta *

Sophia salió bajo las escaleras miro al cielo y con una voz delgada pregunto:

— ¿Sigues ahí? —dijo Sophia al ver la videollamada congelada.

Era medianoche las calles estaban completamente vacías, las estrellas se apreciaban con un resplandor único y a pesar de sentirse el silencio de las calles las únicas voces que lo impedían eran ellos al teléfono.

— Sigo aquí —respondió Israel.

— Tremenda vista ¡Vaya!, por cierto, me has salvado gracias por no haberme dejado en visto, ¿Israel? —dijo al mirar de vuelco el nombre de usuario en la pantalla.



























DESCONOCIDOS | Historia de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora