Liberar

15

Capítulo 15: Profesión

Los días parecen pasar muy rápido para María. Desde que comenzó su entrenamiento, Za'taan la había mantenido tan concentrada en mejorar sus habilidades y no sabía cuándo iba a tener su próximo descanso. Ella sigue diciéndole a Za'taan que es diferente de Yautja y que se cansa debe ser más rápido que uno. Todo lo que ella obtendría de él era que no hay excusa para ser "flojo" o al menos cree que él dijo algo así. De cualquier manera, pensó que si su entrenamiento continúa, no quedará mucho de ella después.

Una tarde, Za'taan tuvo que salir para ayudar a Ya'stu con otra cacería suya, dejando que María se entrenara ya que él dejó la tarea para que ella hiciera. Tenía que hacer 100 abdominales, 100 flexiones y practicar técnicas de balanceo que él le mostró antes. Fue agotador, pero tuvo que señalar que sentía que su cuerpo se estaba fortaleciendo. Al menos, sabía cómo defenderse a sí misma y a todos los demás si los atacaban nuevamente, ya que el grupo sigue avanzando hacia el norte o al menos ella cree.

Pero María se preguntó sobre el cambio de comportamiento de Za'taan. Es cierto que tenía frío cuando lo conoció, pero con el tiempo, podía sentir que se estaba volviendo más amable con ella. Pero después de ese día, volvió a ser frío y María se sintió culpable de alguna manera. Ella no quería que él fuera así. Ella quería ver ese lado gentil de él que la protegía. La hizo sentir segura con él. Ella recuerda vívidamente el momento en que estaba encima de él. La forma en que sus manos se movían suavemente hacia sus muslos y la feliz presión entre sus piernas. Pero cuando piensa en eso, se sonroja casi a un color rojo como un tomate y la vergüenza se calma. ¿Quiere hacerlo? ¿Con él? Ella ni siquiera sabe cómo funcionaría eso y eso solo la hizo sonrojarse aún más. Ella lo sacude al completar su entrenamiento hoy,

Cuando terminó, se cubrió con una fina capa de sudor y decidió pasar por un arroyo que encontró un día. Antes de irse, María fue a ver a su madre que estaba siendo atendida por Ana. Cada vez se cansaba más el campamento y María se preocupaba por ella.

"Hola, Ana. ¿Cómo está ella?"

"Está bien. Se fue a dormir hace unos minutos, así que saldrá. ¿Qué pasa contigo?"

María estaba confundida hasta que Ana señaló su camisa que estaba empapada. "Oh, esto ... Bueno, yo estaba-"

"Entrenando ¿verdad?"

María asintió pero sonrió. Tenía que recordar que Ana era muy inteligente al unir dos y dos. Sin mencionar que María ha estado saliendo más a menudo y regresando de la misma manera. Ana sonrió un poco y se levantó de estar de rodillas junto a la madre de María.

"Te has dedicado a hacer esto. Nunca te había visto hacer algo como esto".

"Bueno. Necesito hacerlo para que si viene otro ataque, esté preparado".

"Cierto, pero ¿es esa la verdadera razón por la que saliste mucho? O ... ¿es una excusa para estar con Za'taan?"

La cara de María se puso roja de inmediato. Su corazón pasó de cero a un millón en latidos. Ella gimió mientras sus manos cubrían su rostro para que Ana no pudiera ver su sonrojo, pero no podía engañarla. No importa lo que hizo María.

María mira entre sus dedos y ve a Ana a su lado y frotar sus hombros como consuelo. "Está bien sentirse así, María. No tiene nada de malo".

La voz de María fue amortiguada un poco, pero habló lo suficientemente alto como para que solo Ana la oyera. "¿Por qué dices eso? Me dijiste que era peligroso que me gustara Za'taan. Además, ¡tengo un novio!"

"Eso no te trata como un caballero debería".

María se detuvo y se quitó las manos de la cara. Ella entendió lo que Ana estaba diciendo, pero al escucharlo así en voz alta, no sabía qué hacer con eso. Ana cruza las manos frente a ella y le da a Maria una mirada severa que solo ha visto unas pocas veces y generalmente involucra un asunto serio.