Liberar

24

Capítulo 24: Fragmento

Parecía una eternidad, pero solo habían pasado dos días desde que la pelea con Vahrouh y el resto del kainde amedha había terminado, pero para María, fue una victoria hueca después de perder no solo a su madre sino también a Ya'stu, quien había declarado Su amor por ella. Los enterraron uno al lado del otro en un prado tranquilo que estaba aislado de todo lo demás, pero ella los extrañaba. Por las noches, ella salía de su pequeña área en la que se habían asentado hasta que todos los que aún estaban vivos se recuperaban, mirando hacia el cielo estrellado. La hizo relajarse y olvidar sus problemas, incluso si era solo un momento.

Siempre se preguntó sobre los mitos que había aprendido hace mucho tiempo cuando era niña. Su madre contaría sus historias sobre los seres queridos que habían fallecido y eso se convierte en uno con los cielos, ya que cada estrella representaba a un ser querido que había perdido con los años. Le hizo sentir que no estaba sola antes de que todo esto sucediera y se encontrara con Za'taan y los hermanos por primera vez.

Hablando de Za'taan, María había notado que él no estaba actuando como él mismo, a pesar de que ya era extraño en algunos aspectos, pero este era totalmente diferente. Caminaba cerca de su área de campamento, parecía que estaba reflexionando sobre algo y había momentos en que María quería hablar con él. Para ver cómo estaba ya que no parecía el mismo después de la muerte de Ya'stu. Pero cuando lo intentaba, él solo gruñía y le decía que no pasaba nada antes de despedirse para ir a cazar ese día.

Ella comenzó a preocuparse por él y se preguntó si lo que Vahrouh había dicho durante la pelea también fue un factor en su extraño comportamiento recientemente. Todavía le sorprendió después de darse cuenta del hecho, ya que estaba demasiado ocupada luchando y manteniéndose viva. No tenía idea de que Za'taan y Vahrouh también eran hermanos, pero no parecía que estuvieran tan cerca el uno del otro. Más bien, simplemente se toleraban antes de que todo esto cayera. Todavía estaba confundida acerca de todo, así que necesitaba hablar con Za'taan y descubrir lo que él sabía.

En un simple día con el sol en el aire, María estaba inspeccionando las armas que I'stih y Ya'stu le han dado para que se mantenga cerca del pequeño fuego que encendieron recientemente. Primero, revisó la lanza para inspeccionar cualquier daño durante la pelea, pero para su sorpresa nuevamente, se mantuvo fuerte y firme. Cuando confirmó que todo estaba listo, se dirigió hacia los cuchillos dobles de Ya'stu que estaban enfundados en una bolsa de cuero especial que parecía diseñada específicamente para ellos. Ella saca los dos y los deja sobre sus palmas que se sientan en el suelo.

Eran hermosos. Al igual que la lanza de I'stih, la hoja estaba hecha de un metal especial del que no tenía idea de dónde provenía, pero en ella, los símbolos del Yautja estaban escritos allí con cuidadosa precisión y detalles. Maria pensó que debió haber tomado los días hábiles, si no semanas, solo para hacer esa parte. Brillaba a la luz del sol, casi centelleando cuando los inclina un poco para mirarlos. Cuando terminan las cuchillas, el mango también fue diseñado a medida para que el portador pueda agarrarlas más fácilmente con el cuero pegado a su piel, pero también era muy suave, lo que lo hacía cómodo de sostener. La única excepción fue que era dos veces más grande que los cuchillos que María está acostumbrada a manejar, pero los dominará una vez que sepa cómo usarlos adecuadamente, lo cual no tiene idea de cuándo será.

"Maria".

Ella salta de su posición sentada, agarrando y extendiendo la lanza mientras la azota mientras piensa que alguien está a punto de atacarla. Afortunadamente, sus ojos se encontraron con los de Ana en el último minuto y detiene el movimiento de la lanza en el aire, por lo que apenas tocó la mejilla de Ana. Su amiga se congeló un poco en estado de shock y María se sintió mal por reaccionar así. Retira la lanza y la devuelve a su forma original antes de colocarla en el grupo junto con los cuchillos. Se pone de pie rápidamente, luciendo tan avergonzada y avergonzada como siempre.