Triángulo.

Capítulo 16. ''Yo te recordaré''

Cuando me levanté me miré la pierna, ayer parecía ser sólo una herida superficial, pero hoy tenía peor aspecto, estaba toda la zona amoratada y pintaba muy mal, India me saludó y yo la dí de comer.

No me había dado ni cuenta, y me había despertado a las 4 de la tarde. 

Cris estaba con Daniel en el salón.

-Chicos.-dije cogiendo aire.-tenéis que ayudarme.

Los dos me miraron y yo les enseñé la pierna, inmediatamente se levantaron y me llevaron al salón, Cris fue a por el botiquín.

-¿Qué te paso?.-me decía Daniel asustado.

-Cosas...-respondí evitando tener esta conversación.

-Ha corrido, Mason me lo ha dicho.- respondió Cris volviéndo con el botiquín, yo la miré con una mirada asesina.

-¿¡Qué has corrido!?.-me gritó Daniel histérico.

-Si.

-¿Pero qué te pasa Grace? Tú no tienes ni idea de correr, ¿ quién te crees que eres?.-me respondía histérico.

-No sé Dani, corrí y punto ¿vale? No me grites más, no eres mi padre, necesitaba correr y me pasó esto.-decidí ahorrarme el detalle que había corrido con una moto.-Si no queréis ayudarme, me voy al hospital.

-No Grace, claro que te ayudamos.-me respondió Daniel abrazándome.

Cris empezó a curarme la herida y yo cerré los ojos hundiendome en la sudadera de Daniel, por momentos pensaba que estaba en los brazos de Jordan, pero Jordan se había ido, había muerto Grace, había que aceptarlo, no puedo estar toda mi vida lamentándome.

Cuando Cris terminó me hizo unos fideos y yo me los comí.

-Esta noche voy a volver, no quiero discutir sobre esto, voy a volver y esta decidido.-les dije mientras comía.

-Grace, tengo miedo.-me dijo Cris

-Cris, necesito ir , es lo único con lo que puedo sentirme viva.

-Cuídate.-me dijo Daniel al rato.

-Lo prometo.-contesté.

Terminé de comer y salí a dar una vuelta.

Me fuí al centro de la ciudad, hoy era un día nublado y entré a un Starbucks ha tomarme algo para entrar en calor y resguardarme del frío.

Pedí un café con leche y una magdalena, cuando subí a la segunda planta, donde había una gran cristalera donde se podía ver toda la calle, observé que casi todas las mesas estaban cogidas menos una que daba a una esquina, estaba resguardada y daba sensación de tranquilidad, además en vez de sillas era dos sillones, me acerqué y justo cuando estaba casi al lado de posar mis cosas, otra persona las posó primero, yo me quedé en blanco. Miré a esa persona y ví que era una chico, llevaba una sudadera y unos pantalones ajustados, tenía las mejillas rosadas y me estaba mirando.

-Emm.-dije intentando gesticular.-yo buscaré otra mesa.-le dije.

-No, no, no pasa nada , siéntate, aquí hay sitio para los dos.-me dijo ofreciéndome el otro sillón libre.

Yo me senté inmediatamente, en realidad no había más mesas libres.

Él me miraba sin disimulo y yo intentaba encontrarme con sus grandes ojos marrones.

-¿Cuál es tu nombre?.-me dijo finalmente.

-Grace.

-¿Y tú apellido?