Prólogo

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Este fin de semana no finalicé mis deberes, porque me distraje con el móvil. Por esto mi mamá me empujó al pozo como castigo. Mientras intentaba escapar del pozo recordé que había colocado una tiza en mi bolsillo, entonces comencé a hacer la tarea en las paredes para que mi madre me libere. Cuando empecé a trepar la soga que mi madre me arrojó para salir, esta la soltó y caí. Me llevaron al hospital pero no lograron revivirme. En mi funeral depositaron diversidad vegetal de muchos tipos, desde claveles hasta árboles de acacia. Mi cajón estaba decorado con oro y plata. Luego de enterrarme todos los invitados habían regresado a sus humildes hogares para llorar por mi pérdida, pero yo los seguí hasta sus respectivos fallecimientos.

El Pozo (Junchan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora