El desayuno

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Me levanto todas las mañanas muy temprano como una persona cualquiera que tiene responsabilidades, como ir al colegio.

Con lo de muy temprano estamos hablando de las seis y media.
No me gusta madrugar y aprovecho lo máximo.
Unos 20 minutos son suficientes para desayunar, arreglarme y salir pitando.

Bien, ha estas alturas ya es normal para mí todo lo que te puede pasar en el desayuno.

Soy una experta del desastre comiendo. Y si lo mezclas con mi torpeza matutina y las pocas ganas de abrir los ojos por las mañanas... Digamos que te sale un bonito tazón de percances. ¡Ñam! Te recomiendo que los mezcles con zumo o leche.

¿Pero que me va a poder suceder con un poco de leche?

Seguro que te lo estas preguntando.

Es muy simple ¿no?

Ya, pero yo tengo el super poder de convertir las cosas simples , en especial los desayunos , en una montaña rusa de emociones .

Yo de normal suelo levantarme y prepararme un vaso de leche con Nesquik y miel. Mientras se calienta en el microondas me intento comer una pieza de fruta, pero suele acabar en intento.

¡Porque no puedo distinguir con los ojos entreabiertos una manzana de una de cebolla!

Vale, supongo que sería más fácil dejar la pereza en la cama y abrir los ojos, antes que dominar lo que he dicho antes.

Después de una secuencia de carazas y mini escupitajos para expulsar los retros de la cebolla, le explico muy rápido a mi madre que solo ha sido un pequeño error técnico y le sonrío como si mi vida fuera en ello.

No preguntes porque sonrió como si mi vida fuera en ello. Solo te digo que mejor es hacerle parecer a mi madre y al universo que todo marcha bien. O si no irá peor.

( Vendo lotería de la mala suerte . Es que un día me equivoqué y compre todas las papeletas porqué pensaba que así ganaría... Bueno no importa. Si quieres una solo dime lo, a mí la mala suerte me sobra.)

La rapidez es porque quiero quitarme el sabor de la cebolla y pongo todas las esperanzas en el dichoso vaso de leche.

Mal hecho por mí parte. Mi vaso de leche después del microondas ya no es un vaso de leche.

( Sigo vendiendo lotería de esa , por si se te había olvidado. )

Creo que mi microondas o está roto o es una máquina que hace mejunjes raros. Y no de los que son deliciosos.

Después de sacar el vaso con la supuesta leche empieza una mini pelea con mi madre...

- Venga va bébete la deliciosa leche que te has preparado... - dice mi madre.

- ¡Mamá yo no tengo la culpa! - le digo moviendo las manos.

- Si me escucharás de vez en cuando... - replica mi madre.

- Si te escucho, pero te digo que yo he echado ¡Miel! No ketchup que decías tú.

- Por favor no me repitas lo de casi todas las mañanas. Te he visto como cogías el ketchup y lo echabas y te lo he dicho, y tú me has contestado :" Pero que dices... Calla que yo sé prepararme un delicioso vaso de leche. "
Así que... Venga va bébete lo.

- Ah, y que más. También he echado en vez de Nesquik, Nescafé.
Y en vez de leche, horchata. - le contesté con entonación irónica.

- Ves hija cómo vas recordando. - me dijo riéndose.

- ¡Mamá! Era ironía.

Medio enfadada le pagué un trago al vaso con ketchup, horchata y Nescafé.
Conforme entró salió de mi boca.

- Qué. ¿Ya ves que tengo yo razón? - preguntó mi madre.

- Que diceeees. Si está buenísima, mmmm. Solo que me he atragantado. Ya sabes cómo soy. - le contesté mintiendo y sonriendo otra vez como si mi vida fuera en ello.

(¡Lotería, lotería !De la mala suerte pero lotería. ¿A qué espera para comprarme? )

- A que bien, entonces acábatelo - me contestó señalando el vaso.

Justo cuando iba a pegarle el segundo trago, con el que yo estoy segura de que habría acabado con mi vida, me dijo:

- No Ruth, no hace falta que lo hagas.

- Gracias, no quería seguir con esta tortura. - le agradecí con la cabeza agachada.

- ¡Tortura para ti! ¿Pero que dices? Luego quien iba a limpiar el desastre de tu vómito por culpa de ese vaso de porquería que te has hecho, soy yo.
¡Anda tira y vístete! Que ya solo quedan 5 minutos para que te vayas.

- Vale, voy - le contesté mientras salí corriendo a mi habitación.

Pero no penséis que mi hora del desayuno ha acabado. De eso nada. Entre la cebolla y la jugada que me ha hecho el maldito microondas... Sé lo que piensas y no le pienso dar le la razón a mi madre. No soy yo, es el microondas. Cómo un día le de por caminar... Yo me voy de esta casa.

Bueno, a lo que iba. Mi desayuno no ha acabado porque no me he llevado ningún delicioso bocado ni trago. Todo lo que mi boca ha tocado, mi agonía ha expulsado.

Si, a la hora de desayunar también me suele pasar eso de hacer rimitas. Lo sé. Estoy llena de talentos.

( ¡Quieres tener un día de mala suerte? Pues... no te preocupes yo tengo la solución. Cómprame un papelito de estos de la lotería y te damos uno gratis.)

El caso es que mientras me pongo la ropa me voy comiendo una galleta. Una, porqué si son dos... Mi posibilidad de morir atragantada por sus migas se multiplicaría. ¡Ah! Y para que no me equivoqué y acabé cogiendo otra cosa, mi madre es la encargada de buscar el paquete e inclusive sacar la galleta. No sea que me coma el plástico.

Luego mientras bajo en ascensor me bebo un zumo que me pasa mi madre por el aire, vamos como si fuera una pelota. Unas veces acaba bien y otras acaba reventado en el suelo.

Pero lo de beberse el zumo no es muy fácil. A de más si añades que con la otra mano te tienes que peinar.

Unas veces me lo consigo acabar y otras no porque me acabo atragantando y no tengo más remedio que expulsar lo fuera de mí.

Menos mal que soy una chica muy lista y me pongo la chaquetilla del uniforme después de beberme lo así si se mancha la camisa lo puedo tapar luego con la chaqueta.

Y si, en el ascensor acaba mi desayuno. ( vivo en un séptimo, así que tengo tiempo.)

En fin para mí el desayuno es como un entrenamiento. Me despierta para todo lo que me espera en ese día.

Y nunca repito desayuno, unas veces cebolla otras calabacín...
Así que es una ruleta de la suerte. Y hablando de suerte....

Lotería, lotería, loteríaaa de la mala suerteeee. Compre me una papeleta. ¡Anda venga!

Desde otro punto de vistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora