• Aвυє •

Primera parte.

Tercera persona.

La muerte está siempre ahí, acechando, esperando a capturar una presa descuidada que vive su vida como cada día.

La muerte es algo real, parte de la vida y al mismo tiempo el opuesto de esta. Algunos lo comparaban a un dulce sueño y visto desde ese punto de vista, ¿Por qué sería tan mala? No sabes nada, no sufres, no piensas, no sientes, ¿No es lo ideal? ¿Por qué la consideran algo tan terrible?

Aram pensaba que lo único terrible de la muerte era el vacío que quedaba en los corazones de la gente cercana al fallecido.

Se trataba de una sensación que carcomía, de un intenso dolor en el estómago que parecía subir hasta la garganta para acabar formando un nudo que no permitía llorar con libertad.

Fue demasiado repentino, de un momento a otro; en cosa de dos llamadas en menos de una hora y ella, la mujer que le dió todo lo que podía desear, pasó de tener un pequeño accidente de automóvil a estar muerta.

Su viejita se había ido.

El azabache recibió aquella noticia cuando estaba en otra ciudad escapando de lo que conocía para tener un momento a solas con él mismo y la música, la bendita música que nunca lo dejaba solo. Fue un shock, una noticia que no pudo procesar bien durante todo el camino hacia la casa que había sido su hogar por muchos años.
Y una vez estuvo ahí, una vez puso un pie en el pórtico de madera y su abuela no salió a recibirlo pudo entenderlo.

Ella nunca más lo haría.

No escucharía su voz invitándolo a cenar con ellos, pidiéndole que se abrigara al salir por las noches de invierno o regañándolo por las travesuras infantiles que cometía. No la escucharía reír, ni cantar mientras él tocaba la guitarra. Nunca más podría sentir como su corazón se agitaba cuando ella le decía que persiguiera sus sueños sin importar cuanto le costara, que era su deber para con ella y con la vida.

Nunca la escucharía volver a llamar su nombre.

Y ella era quien se lo puso de bebé.

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¿Qué les pareció?

Creo que una de las cosas más difíciles, cuando muere alguien, es darnos cuenta de que ya no lo tendremos presente en nuestro futuro. Es complicado lidiar con esa sensación de malestar.

Gracias por leer ✨