One shots de todo

Encubierto (DMxAioria)

El oficial Aioros estaba tras el líder de la mafia Angello "Death Mask" Soprano, siempre que estaba a un paso de poder atraparlo, lograba escaparsele de entre las manos.

—Tengo que averiguar como dar con el ¿Pero como?

De acuerdo a varios informantes la mejor manera de atraparlo era estar lo suficientemente cerca pero Death era tan desconfiado que no permitía que cualquiera le dirigiera la palabra era mas fácil que disparara antes de responder una pregunta.

No podía tampoco tratar de infiltrarse ya que era conocido por todos en el bajo mundo, tenía que pensar muy bien que hacer.

Al volver a su departamento recibió la visita de su hermano menor Aioria fue entonces que tuvo una idea.

Sí bien Aioria era parecido a el también era cierto que muy pocos, por su propia seguridad, sabían que existía.

—Jamás entenderé que es lo que te atrae tanto de arriesgarte en las calles y menos aun considerando que estas tras los sujetos mas peligrosos de la ciudad.

—Pues me gusta mi trabajo y creo que si te involucraras un poco Aioria, sabrías a lo que me refiero con eso.

—Sí seguro, quizás algún día te acompañe.

—¿Porque no mañana?

El menor levantó la ceja con un dejo de desconfianza.

—Es decir, sabes que llevo años tras Angello Soprano y quizás podrías ayudarme a atraparlo..

—¿Como?

—Quiero que vayas encubierto.

—Es algo arriesgado, ni siquiera soy policía.

—Y es justo por eso que es tan conveniente, Death Mask conoce a toda mi unidad, hice llamar a un elemento que podría ayudarte en el proceso pero el llegara en algunos días y mientras tanto necesito que tu des un avance con Angello dentro de su grupo, una vez que te ganes su confianza será mas fácil que acepte tu propuesta de que el sujeto M entre en la operación y así podamos atraparlo por fin.

—No estoy seguro, ¿entiendes que es mi vida lo que estas arriesgando?

—Tendrás la protección suficiente y además M es un experto, te protegerá ante todo, por favor Aioria es mi única oportunidad.

—Dejame pensarlo.

Aioros cambio de tema y se enfocaron a otras actividades, aunque la mente del menor no dejaba de analizar aquella propuesta.

Fue después de algunos días durante el desayuno que el castaño mirando a su hermano mayor aceptó la propuesta.

Un par de horas después ya estaban en su unidad preparándolo para llevarlo a recorrer la ciudad en búsqueda de indicios sobre el paradero del líder de la mafia, para no correr riesgos iba desarmado y sin nada que lo delatara.

Aioria entró hasta un bar donde casi de inmediato se le acercó un peliceleste.

—Hola guapo, no eres de aquí ¿verdad?

—¿Como lo sabes?

—Cariño debido a mi profesión he tratado con todos los hombres de esta ciudad, no olvidaría un rostro como el tuyo.

El peliceleste había tomado del mentón al castaño y le sonreía buscando un beso del otro.

—¡Afrodita! ¡¿Que rayos estas haciendo?!

—Shura no seas aguafiestas, solo trataba de divertirme un poco.

—Sabes que al jefe no le agrada que estés en sitios de mala muerte como estos.