Objetos malditos el jarrón (HasgardxKagaho)

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Las palabras de aquel ente seguían dando vueltas en la mente de Shión.

Bajó las escaleras hasta llegar al sotano y vio los restos de los objetos que habían juntado hasta el momento, cada caso había sido más complicado y ahora a pesar de estar a mitad de aquel tedioso recorrido, el temor comenzaba a invadir al peliverde.

—Aun faltan seis por suerte Dohko sabe cual es el siguiente objeto.

......

Hasgard volvía de un atareado día de trabajo, en el departamento Kagaho ya lo esperaba, llevaban casi un año juntos y se repartían los quehaceres, Kagaho llevaba casi seis meses en un trabajo y se podía considerar un hombre limpio.

Todo iba bien para ambos, Hasgard había notado el gusto de Kagaho por los objetos de plata y quería hacerle un regalo de su gusto mientras pensaba en un regalo Kagaho le llegó por la espalda y se le abrazo.

—Nunca te gradecí apropiadamente lo que hiciste por mi.

Hasgard miró atrás y con una sonrisa le hablo al otro.

—No tenías que hacerlo era mi deber ayudarte, que en el proceso nos hayamos enamorado fue algo inesperado para ambos.

Kagaho no respondió pero se le abrazó más fuerte y beso su espalda mientras su mano al frente bajaba por su abdomen haciendo que Hasgard entendiera sus intenciones al instante.

Hasgard se giro y tomando del rostro a Kagaho le dio un suave beso para después cargarlo hasta su habitación.

El mayor fue desnudando de a poco a su pareja, Kagaho estaba mas dócil que de costumbre, Hasgard no tenía muy claro el porque, entonces vió al chico acercarse a el con un rubor que empezaba a llenarle cada vez más el rostro.

—Dejame desnudarte esta vez, esta noche quiero sentirte..... dentro de mi.

Hasgard se sobresalto levemente, desde que habían iniciado su relación el había sido el pasivo y no era que le gustara del todo esa situación pero ayudó a Kagaho a recuperar su confianza, tal parecía que esa noche dejaría de esconderse tras esa coraza y le daría acceso no solo a su cuerpo sino a su corazón.

De manera nerviosa Kagaho fue llevando a Hasgard al centro de la cama, por primera vez veía el cuerpo de Hasgard en toda su amplitud, sus ojos fueron a dar al miembro aún flácido de Hasgard y Kagaho tragó saliva, aún en ese estado ya tenía un tamaño considerable.

El de cabello gris lo miro con cierta ternura.

—Si no estas seguro nadie te obliga a hacerlo.

—No es eso, solo estoy nervioso pero si quiero hacerlo.

Mientras hablaba fue subiendo por el cuerpo de Hasgard hasta sentarse sobre aquel miembro.

Podía sentir el cuerpo bajo el suyo aumentando de temperatura y un golpecito seguido de la sonrisa de Hasgard le hizo notar que ya estaba despertando.

Kagaho retrocedió solo un poco para tocar libremente aquel miembro, luego de observarlo un poco se decidió a llevarlo a su boca, aquello cobraba un nuevo significado para el peliazul, pues sus caricias eran mitad deseo y mitad gratitud.

Hasgard podía sentir en su piel esa intención, ese chico lo tenía loco al recorrerlo con tal sutileza, para el mayor era como si lo estuviera pensando mucho, pero esa idea cambio cuando Kagaho separó sus piernas y fue introduciendo aquel enorme falo con un poco de dificultad.

Hasgard se levanto para distraer a su amante de aquel dolor llenando su rostro de besos y acariciándolo.

—Has....gard – el tono en su voz iba cargado de deseo y necesidad de pertenencia.

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