Enfermo. [Bakutodo]

8: Opiniones Hirientes.

Hoy Katsuki se encontraba de un humor más alto del normal, Deku chocó con el por accidente y no lo mandó a volar, ósea, estaba muy bien.

¿Por qué? Te preguntarás, fácil, su resfriado había curado, no mas mocos, no más estúpidos diciéndole que hacer, de paso hoy era Lunes, así que había podido empezar las clases justo a tiempo, lo cual se podría decir que lo animaba más. Aún que por más animado que esté, siempre iba a ir caminando por los pasillos con sus manos en los bolsillos y las pintas de matar gente, qué se le va a hacer.

En la clase estuvo más participativo de lo normal, llegando a competir con Izuku por responder más rápido, lo cual le pareció bastante agradable, por qué según el respondió más que Midoriya.

Pero aquél animado día terminó para Bakugo a la salida de clases.

— Sí, T-todoroki-kun ya se siente mucho mejor... En unos días podrá venir a clases denuevo...

— ¡Todo gracias a ti Midoriya!— Kirishima expandió su sonrisa.

— B-bueno, fue gracias a todos los que lo cuidamos... No es necesario.

— No te hagas el bueno, además yo también ayudé pendejo.

— K-kacchan, todos ayudamos a que Todoroki-kun se sintiera mejor.

— Claro, pero tu lo cuidaste de él durante todo el tiempo, dejando de hasta entrenar por estar cuidándolo bro, te mereces el crédito.

Katsuki frunció el ceño.

— Ese inútil lo único que hizo fue mirarlo por horas, ¿Sabes por qué? Porque esta que babea por ese bastardo.

— ¡K-kacchan! E-eso no es c-cierto...

— Joder, claro que lo es, ¿Crees que nadie se dio cuenta? Lo cuidaste para poder acercarte más a el, a mi no me engañas Deku.

Izuku miró a Bakugo un momento, se notaba bastante molesto.

— Si, puede que me guste, y puede que lo haya cuidado porque me encanta estar cerca de él...

Katsuki lo miró con furia, tensando su cuerpo.

— ...pero también lo cuidé porque es alguien importante para mí, y quizás tu no entiendas que cuando te importa alguien harías lo que sea para que esté seguro... ¡porque así como te veo Kacchan... nunca te has preocupado por alguien en tu vida que no seas tú!

Gruñó con un clarísimo enojo ante la respuesta del peliverde y se fue no sin antes darle un golpe en la cara, haciendo que cayera entre los pupitres, logrando que todos fueran a socorrerlo.

— Bakugo, ¿¡Por qué hiciste eso?!

Ignoró el comentario de Eijiro y se retiró.

El ánimo que le quedaba ya se había ido por los suelos.