Enfermo. [Bakutodo]

4: Enfermo Curioso.

Lo habían dejado ahí, sólo y con un paño frío en la frente mientras todos se habían ido a hacer las compras semanales.

¿Qué se supone que debía hacer? Quedarse acostado disfrutando de los beneficios de estar enfermo talvez podía ser una opción, incluso insultar a Endeavor por mensajes de texto lo animaba, o simplemente ir a la cocina y buscar algo de agua para beber.

Se levantó y caminó lentamente cubierto con la manta por el pasillo, divisó una puerta abierta, ¿Alguien se había olvidado de cerrarla? Se acercó lentamente, una habitación bastante ordenada, sin contar una que otra ropa tirada, de inmediato al ver las botas de entrenamiento al lado de la cama y la extraña decoración se dio cuenta de que se trataba de la habitación de Katsuki.

¿Por qué le pasaban este tipo de cosas a el? No me digan que ustedes no entrarían si están en una situación así.

Dio un paso y entró al lugar, su cara estaba roja con solo sentir el olor que impregnaba aquella habitación.

Si tocaba o se llevaba algo ya iba a ser un acosador, mejor solo mirar y no tocar.

Antes de siquiera terminar de pensarlo salió corriendo, al parecer una de las cosas que había en el suelo era ropa interior.

Al llegar a la cocina solo se sirvió el agua tratando de recuperar el aire.

— ¡Todoroki-kun!¡Ya llegamos!

— Buenas Tardes Midoriya, Uraraka.

— ¡Te compramos un muñeco de All Might para que te haga compañía!

Era un muñeco considerablemente pequeño, pero sonrió ante el gesto.

— Gracias.

— Uraraka quería traerte uno de Endeavor porque era tu padre, pero tranquilo, yo le dije que no.

De la que Midoriya lo acababa de salvar, despertar y ver a su padre todos los dias sería la tortura más cruel que le podrían hacer.

— Bien, espera, ¿Donde esta tu manta Todoroki? Estas agarrando frío.

— Mi manta...

Pensó por un momento.

— ...Debe estar-

— TÚ, ESTA MIERDA ES TUYA.

En el cuarto de Katsuki, cuando corrió se le cayó la manta.

— ¿QUÉ HACÍAS EN MI CUARTO? RESPONDE O MUERES.

Ya se iba matar en un rato así que morir un poco pronto no le haría daño.

— Kacchan, seguro Todoroki-kun solo fue a cerrar su puerta. Te había dicho que la cerraras y hiciste todo lo contrario.

Técnicamente Midoriya no estaba equivocado, al principio quiso cerrar la puerta.

— Cuéntame, y como cerrando una puta puerta la manta de este idiota llegó hasta el medio de la habitación.

Izuku miró a Todoroki algo extrañado, nunca había tenido vergüenza de algo, pero esto ya era demasiado para el.

Básicamente hablaban sobre como irrumpió en el cuarto de alguien sin su consentimiento, dejando prueba clara de ello.

— B-bakugo, disculpa, solo...quería ver tu habitación, eso es todo.

Miró a Katsuki, mientras sentía su cara arder, esperando una respuesta que terminara con esta tortura.

— Cómo sea, jódete, toma tu mierda, no vuelvas a entrar ahí en tu vida.

Se fué cerrando de un golpe la puerta, dejando a todos helados, Uraraka y Izuku sólo se quedaron viendo como Todoroki se tapaba la cara con una mano y agonizaba.

— Deku-kun... Todoroki-san esta empeorando, Bakugo-kun y sus gritos lo estresan.

— Si... Hay que mantenerlo alejado de Kacchan.

No dijo nada, estar cerca de Bakugo lo volvía loco, pero no de la manera que ellos creían.

Demasiado en el para un solo día, el atardecer había llegado, solo prestó atención a la explicación que le daba Midoriya sobre la clase de hoy, no quería atrasarse, pero lo vio perderse un momento a el peliverde.

— Ah... Todoroki-kun... Necesitaba preguntarle algo...

— Dime.

— ¿Nunca te pasó que... Cada vez que estas cerca de una persona en específico... Tu corazón late más rápido y... No quieres hacer mas que mirar sus ojos durante... horas?

Miró algo sorprendido al pecoso, sonrió algo más calmado.

— Si... Me pasa mucho.

— ¿E-enserio? Digo... A mi también, digo, yo...

Alguien presentaba síntomas de enfermedad.

— Midoriya, ¿Te encuentras bien?

— ¡Si!, digo, no... Pero sí...Uh..-

Uraraka interrumpió con una sonrisa.

— Todoroki, prestamelo un momento.

Se fueron del tirón y se oyeron gritos y quejas detrás de la puerta, el bicolor miró el sol ocultarse en la ventana sin interés.

Debía curarse. Y la cura posible para el era Confesarse, resignarse al rechazo o vivir el explosivo romance que deseaba.

Esta jodido.

Les dejo el suspenso uyy.

Escribo esto después de salir de una cita, doy asco en el amor, todo me salió horrible. Palabras de animo porfavor, ¿no? No pasa nada :')

Quería agradecer por el apoyo y los comentarios tan bonitos que esta recibiendo mi humilde librito ah. Los quiero. <3