Esta vez invitó Crowley, por nada en especial, simplemente porque le gustaba invitar al ángel. Había sido la mejor velada que habían tenido después de mucho tiempo. Sin estrés. Sin preocupaciones. El Armagedón había sido anulado, el Anticristo había dejado de ser el anticristo y los ángeles y los demonios no los molestarían por mucho tiempo.
Cuando salieron del restaurante todavía era plena tarde y los rayos de sol se reflejaban en el Bentley, era como si Dios mismo hubiera puesto un foco de luz sobre el coche.
Aziraphale miró a Crowley. Se veía a lo lejos que retenía su emoción. Parecía que en cualquier momento se pondría a saltar de alegría pero no lo hizo.
-¿Ni un arañazo? -preguntó el ángel.
-Ni uno solo.
Ambos se subieron al Bentley. Aunque no se dijo que Crowley llevaría a Aziraphale a su casa era algo que se daba por hecho y no necesitaba comentarse.
Después de unas cuantas canciones de Queen llegaron a la librería y ambos bajaron del coche.
-¿Te apetece entrar? -propuso Aziraphale.
-Sí, claro. Tenemos que seguir con la fiesta. Además, quiero ver tu cara cuando veas tus nuevos libros.
-¿Tengo libros nuevos? -esta vez era el ángel quien no podía aguantar la emoción.
Aziraphale abrió la puerta de la librería dejando entrar a Crowley primero aunque no pudiera aguantar las ganas de entrar.
Cuando entró Aziraphale respiró hondo y cerró la puerta tras de si. No vio su librería incendiada, pero algo dentro de él se rompió cuando Crowley le contó lo sucedido. Miles de años coleccionando libros habían sido destruidos en tan solo unos minutos. Pero ahora, estaba todo impoluto, como si el incendio solo hubiera sido una ilusión. Excepto por unos libros de tapa roja que estaban encima de su escritorio. Uno de ellos los sostenía Crowley.
Aziraphale se acercó y miró el libro por encima del hombro del demonio. Esos eran los libros de los que hablaba Crowley, no le sonaban en lo absoluto. En la portada ponía "Las Aventuras de Guillermo" escritas por Richmal Crompton. Era una colección completa y original.
-¿Son cosa tuya? -preguntó Aziraphale.
-No, ya estaban aquí cuando llegué.
-¿Y como sabés que son nuevos?
-Conozco todos los libros de tu librería.
Aziraphale lo miró sorprendido. No tenía palabras. Al demonio no le gustaba leer, ya había intentado contagiarle ese hobby hacia demasiado tiempo pero era completamente imposible. Sin embargo conocía toda su librería. Sintió el calor subir por sus mejillas.
Ante el repentino silencio Crowley lo miró y al ver sus mejillas sonrojadas se dio cuenta de lo que pasaba y no pudo evitar sonreir.
Nunca habían estado tan enamorados como en ese momento. Los últimos años, en especial los últimos días, ese sentimiento que tenían el uno por el otro había crecido bastante.
-Crowley ¿Yo te gusto? -preguntó Aziraphale directo y conciso.
A Crowley le sorprendió la pregunta, pues no se la esperaba en lo absoluto.
-No, no me gustas. Estoy enamorado de ti.
Aziraphale abrió los ojos como platos. Decenas de flashes llegaron a su cabeza. Todos ellos eran parecidos. Momentos peligrosos, escenarios diabólicos en los que sentía amor. Todo ese amor que sentía provenía de Crowley.
Relajó la mirada, en su pecho sentía calor. Si prestaba atención lo podía volver a sentir. El amor era el sentimiento más agradable que existía.
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Our Side [One shot] [Innefable Husbands]
Fiksi PenggemarEste es el final que me hubiera gustado ver al acabar la serie. Solo un par de escenas que faltaron de Crowley y Aziraphale donde se declaran su amor, solo eso. La historia comienza cuando salen del restaurante The Rits en el último episodio.