¿¡Un Bebé!? ||2Min||

10. Los Choi.

TaeMin siempre ha admirado la familia unida que son los Choi y como tantas personalidades diferentes logran encajar fácilmente y estar unidas por el amor mutuo que se tienen.

Choi YunHo, la cabeza de la familia, un hombre de edad con apariencia fuerte y de carácter fácil que puede llegar a ser aterrador cuando se trata de defender a su familia, es también un excelente negociador que mandó a la cima de éxito las empresas Choi que su padre le dejó, un padre amoroso pero que supo poner límites y educó con paciencia a sus dos hijos, era un hombre al que TaeMin admiraba por no rendirse y con quien se llevó fácilmente porque tenía cierto gusto por la danza y podían platicar de ello largo y tendido.

Seo JooHyun de Choi, una mujer preciosa de un corazón enorme, de carácter tranquilo pero que no tenía temor a la hora de hacerse escuchar y llevar la paz y tranquilidad en su hogar, encargada de obras benéficas y respetada en la sociedad por darse a conocer incluso antes de haberse casado con YunHo, agente de bienes raíces y madre de dos niños a los que sabe educó con un poquito más de severidad de la que YunHo aplicó. La admiraba por la manera de llevar su vida privada y laboral en armonía aunque se ponía tímido frente a ella porque no sabían de qué hablar exactamente.

Luego estaba su novio, Choi MinHo, el primogénito y el de carácter más volátil, sabe darse a respetar con los socios porque acaba de ponerse al mando pero el que es dulce y todo lindo con sus más allegados, el chico que le escribía cartas y que era apasionado a la hora de hacerle el amor, el mismo Choi que destacó en clase y se graduó con honores pero que era ciertamente flojo a la hora de hacer sus deberes. A quien amaba y admiraba por ser tan joven y estar llevando aparentemente bien todo el estrés el trabajo, haciendo todo tipo de cosas y adelantando trabajo para poder tener al menos un rato a su lado a diario.

Después estaba su cuñada, la loca Choi YuJin que andaba de arriba para abajo en un dos por tres. Sabe que pese a su hiperactividad se graduó igual que MinHo con honores e incluso aún tomaba algunos cursos esporádicos. Dulce y algo imprudente por su falta de filtro era realmente la que mantenía el ambiente en todo momento o la que buscaba salvarlo de sus padres porque la conversación estaba siendo aburrida.
Joven y con tantas cosas hechas, no podía evitar admirarla por esa capacidad de cumplir con varias tareas al mismo tiempo con una sonrisa adornando siempre su rostro.

Y por último pero no menos importante, estaba Do KyungSoo, quien pese a no ser hijo legítimo y que aún conversaba el apellido Do, fué acogido cuando perdió a sus padres, joven y con muchas cicatrices era de carácter más reservado y frío, tan solo era bromista si estaba en confianza y no siempre tenía mucho que decir pero cuando quería hacerse escuchar no le costaba ser directo y sincero, evitaba el contacto físico y solía dar respuestas cortas pero era alguien que quería mucho, lo sabía por esa forma de cuidar de YuJin y querer a todos los Choi como su verdadera familia. Lo admiraba por esa forma de analizar las cosas y no decir más de lo requerido, por los pequeños detalles hacia su familia y por la carrera que con mucho esfuerzo y algo de ayuda se había forjado.

Verlos juntos en la misma mesa a la hora de la comida y con la compañía extra de Onew era todo un espectáculo, todos parecían saber qué hacer, de qué hablar y cuándo hacer comentarios acertados para que el ambiente se mantuviera ligero y ameno para todos, especialmente su suegro que bromeaba con la boda de YuJin, diciendo que debían mandar a hacerle un vestido de perlas porque eran su joya favorita o mejor uno café para que no se notara cuando se marchara por andar de aquí para allá.

De seguro debía verse tonto sonriendo ante el panorama pero le encantaba el ambiente familiar y lleno de cariño que se respiraba cada que iban y su suegra no estaba pidiéndole asistir a eventos sociales en los que no sabía cómo comportarse.

Estaban en el jardín, saboreando el segundo plato del día, su suegra y una sirvienta habían servido una exquisita pasta al estilo italiano con carne empanizada y un poco de ensalada de lechuga, uno de los platillos que más amaba que su suegra preparara.