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Bad Habits- Ed Sheeran

Cameron

El resto de la semana ni si quiera hizo acto de presencia. No estaba en la Universidad y tampoco llegó a la reunión con Connor. Él, que siempre estaba insistiendo en que ambos nos apareciéramos por su oficina ni si quiera la mencionó. Era como si la tierra se la hubiera tragado.

De igual forma, ¿por qué diablos quería verla?

Ella y yo ni si quiera nos llevábamos bien. Siempre lograba acabar con mi paciencia, de la cual tenía muy poca.

Una llamada interrumpió mis pensamientos obligando a levantarme en busca de ese aparato del demonio que no dejaba de sonar. Cuando por fin lo encontré, leí el nombre de Owen en la pantalla. Maldije en voz baja ates de responder.

—¿Qué quieres? —pregunté directamente

—¿Tienes la misma resaca que yo?

Lo pensé un momento antes de responder, si tenía un ligero dolor de cabeza, pero no era tan molesto. Ciertamente el día anterior habíamos bebido como lo hacíamos en fin de semana, aunque era consciente de que Owen se había pasado un poco.

—No.

—Perfecto, ve y cómprame unas pastillas y un par de cervezas— ni si quiera me dio tiempo para responder cuando ya había terminado la llamada.

Como siempre, iba a ser yo quien le salvara el culo a ese tonto. Así que sin más remedio salí al supermercado más cercano. el camino fue relativamente corto. Por suerte no encontré tanto tráfico como era común en Los Ángeles. Cuando llegué me di cuenta que el lugar estaba casi vacío.

Me dirigí al pasillo de medicamentos donde me topé con una figura delgada, con cabello castaño atado en un moño desordenado, una camiseta de una vieja banda que podría ser tres veces su talla y unos pantalones cortos que apenas podía verse. Fruncía el ceño mientras leía la caja de un jarabe para niños, tenía notables ojeras bajo sus ojos azules y a pesar de cuál era su aspecto me fue imposible no detallarla.

—¿Noche difícil? —caminé detrás de ella buscando con la mirada, algo que pudiera ser de utilidad para ese tonto que se había pasado de tragos la noche anterior.

—Disculpa, ¿te conozco? — por un momento dudé de mi visión y que la persona con quien estaba hablando no fuera quien yo creía, pero todas las sospechas se disiparon cuando sonrió con burla, definitivamente esa era Ares Marshall— Solo bromeo, grandulón.

—Ya te dije que no me llames así.

—Y yo ya te dije que no me importa lo que digas— arrojó el jarabe dentro de un carrito de compas que estaba a su lado y no había notado.

—Lo dejaste muy claro la última vez que nos vimos— tomé una caja de pastillas que estaba por encima de su cabeza para leer sus funciones.

—¿Aun sigues molesto por que te dejé con las ganas? —preguntó con burla.

—Eso te gustaría, ¿verdad Marshall?

Desde arriba pude ver una pequeña sonrisa arrogante tomado otra caja de medicamentos para leer de que iba.

En realidad, Ares Marshall no era tan pequeña, podría decirse que su estatura era promedio, quizás unos 5 pies y medio. Pero por supuesto que superaba por mucho su altura.

Me tomó unos minutos encontrar lo que buscaba. Y en todo ese tiempo ella no se movió, parecía muy concentrada leyendo esa caja de pastillas.

—Bueno, este encuentro fue encantador— comenzó a mover el carrito, pero algo allí llamó mi atención— Pero, ya sabes, vida de adulto.

¡ALERTA! BADBOY EN PELIGRO [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora