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Brother- Kodaline 

Esbocé una pequeña sonrisa el ver como Adrian salía con una mochila colgando en su hombro. Definitivamente lo que Connor había hecho que había ayudado a obtener la tutela. Al verme sonrió y corrió a abrazarme.

—¡No puede ser Ares! —Casi me empujó para ver mi auto—¿En serio ese es tu auto?

—Pues claro.

Se quedó boquiabierto mientras le daba una vuelta apreciando cada de talle. No podía culparlo, había quedado igual cuando me confirmaron que lo había ganado. Abrí la puerta para él y resultó todavía más asombrado al verlo por dentro. El viaje fue bastante corto y Adrian estuvo con la nariz pegada a la ventana todo el rato. A penas me aparqué frente a mi casa él salió corriendo.

Verlo finalmente en mi casa hacia que una sensación agradable llenara mi pecho. Él estaba tan emocionado que era contagioso. Cuando bajé él estaba dando saltitos en la entrada emocionado.

—¿Adentro esta Nathan? —cuando asentí pareció mucho más emocionado.

Cuando Marie abrió la puerta fue directo a abrazar a mi hermano, quien parecía bastante cómodo con las muestras de afecto, durante el camino había tratado de hablarle de Marie, Lee y un poco de los O'Donnell, después de todo era casi como familia.

Se acercó cuidadosamente a mi pequeño que lo miraba con curiosidad desde su silla para bebés. Se arrodilló hasta que ambos quedaron frente a frente.

—¡Tienen los ojos azules! —soltó emocionado, era un rasgo que compartíamos los Marshall, herencia de nuestro padre, Nathan soltó una carcajada como si le hubieran contado el mejor chiste del mundo.

Ambos comenzaron a hablar como si fueran amigos de toda la vida, bueno, solo Adrian lo hacía, Nathan por otro lado lo miraba con suma atención. Supongo que se llevarían bastante bien.

Por otro lado, yo fui a mi habitación por todas las cosas que iba a necesitar para la universidad. Caminé por todos lados tratando de buscar mi móvil el cual encontré después de unos minutos debajo de mi cama.

Así que los Marshall se han vuelto a reunir, que tierno. Te estoy vigilando, no lo olvides.

Maldije en voz baja, este tipo seguía poniendo a prueba mi paciencia. Tendría que hablar con Connor luego. No tenía mucho ánimo de pasar tiempo fuera de casa, pero no tenía opción, además la hermana mayor de Connor vendría de su gran gira por Europa hoy y me había pedido que fuera a verla. Camine hasta la puerta con todas las cosas que necesitaba.

—Vuelvo en la tarde—avisé—Pórtate bien Adrian— lo apunté con un dedo antes de salir camino a la universidad. No tenía ganas de llevar el auto así que me monté en la motocicleta. El camino fue un poco largo tomando en cuenta el tráfico que siempre había.

Las clases estuvieron bastante aburridas. Y tuve la suerte de no tener que toparme con Cameron. No tenía muchas ganas de tener que hablar con él. Solo habíamos hecho un trabajo y eso era todo. Ninguno de los dos tenía por qué seguir viendo al otro. Suspiré cuando salí del edificio. Mis hombros estaban tensos y mis parpados luchaban por no cerrarse. Y para arreglarme el dia... Cameron tenía su auto aparcado justo al lado de mi motocicleta. Y estaba allí fumándose un cigarrillo. Lo miré un momento mientras él tiraba las cenizas de su cigarro encima del asiento de mi motocicleta. Como le queme el asiento...

—Ah... Hola Ares—justo después de ese saludo apagó su maldito cigarro en el asiento.

No acaba de hacer eso...

Oh si, lo hizo, deberías golpearlo.

Voy a romperle la cara, o quizás podría...

—Cameron—asentí con la cabeza

¡ALERTA! BADBOY EN PELIGRO [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora