Muertos.
Aztecas tirados por el suelo desangrados, otros llenos de moretones y azotes por los españoles que llegaron a América.
Entre todos ellos, un country con bandera roja y amarilla veía con orgullo el trabajo de todos. Por fin tendrían una nueva colonia, pero escucho unos gritos y sollozos. Pero no de cualquiera, de un bebé.
Rápidamente se asomó al lugar donde escuchó eso y vio un pequeño bebé cubierto por apenas una pequeña cobija que tapaba su cuerpo, era un country bebé, ¿lo peor? Era el hijo del Azteca que asesinó con sus propias manos.
Tomó al bebé en brazos y lo empezó a arrullar, tratando de calmarlo, el bebé abrió sus ojos, dejando ver uno de color marrón y otro de verde fuerte, igual como su piel, eso le sorprendió un poco España, el bebé, al mirarlo, río ligeramente.
El de bandera amarillo con rojo sonrió ligeramente, ahora tenía una nueva responsabilidad. Pero en eso olió algo asqueroso.
-¡Puaj! Que es ese olor? -en eso vio de quien provenía el olor, el bebé hizo popo.
Sip. Una nueva responsabilidad.
