5-Celeste

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La semana transcurrió tranquila, al parecer no era tan terrible como la pensaba. Pero de mi mente no podían escaparse algunos acontecimientos...
Quería hablar con Manuel, darle alguna... ¿explicación?. Pero sólo nos limitamos a cruzarnos por los pasillos ignorando la existencia del otro, manteniendo nuestras ventanas cerradas en la noche.
El colegio se comportaba bastante bien conmigo, es decir, siempre fui un muchacho estudioso y comprometido y eso ayudaba bastante a mi concentración.
La amistad con Camila, mi vecina, fue volviéndose cada vez más íntima. Íbamos y volvíamos juntos del colegio, compartíamos el almuerzo y millonadas de charlas sobre temas interesantes que se nos cruzaban por la cabeza.
Camila es una chica muy abierta mentalmente, tiene mi edad y está en contra de todo lo que sea seguir la marea, me ha informado sobre temas que no conocía anteriormente y yo le he mostrado alguno de mis escritos. Es apasionada por la poesía y lo mejor de todo, es que piensa que su hermano es un idiota.
Sinceramente no tengo el valor de contarle que lo he visto tocar su guitarra en una madrugada, el cual lo sabe y me lo hizo saber, quisiera contarle que detrás de ese arquetipo de galán pienso que hay un muchacho bastante interesante. Pero mejor sería guardármelo para mis adentros.
Es sábado y quedamos en salir a caminar por la ciudad ya que ella tiene obsesión por mostrarme sus lugares favoritos.
La noche anterior me aclaró mediante 5 reiterativos mensajes que debía ir a despertarla si se dormía pasadas las 10 a.m. Pasase lo que pasase, debía obedecer a la reina; ya que podría enojarse y aguantar sus regaños tenía su parte graciosa pero iba a agotarme.
Son las 9:30 de la mañana y el sol golpea las cortinas de mi ventana de una manera especial. Las corro y dejo mi habitación al descubierto mientras doy paso para comenzar a ducharme. ¿Qué hay de malo en dejar que entre la luz?
Al salir del baño, rodeo mi cintura con una toalla para acercarme a mi closet y elegir algo para ponerme. Pienso en que debería cambiar mi estilo pero decido calzarme lo mismo de siempre, mis jeans negros rotos en la rodilla, mis zapatillas converse y una remera con el logo de una banda de rock.
Mientras estoy por empezar a vestirme, comienzo a sentirme raro, no sé bien qué, como si alguien estuviese observándome.
Volteo a mi alrededor y me topo con mi ventana abierta, y a través de ella, las cortinas de la ventana de mi vecino moviéndose luego de ser cerradas rápidamente.
Vaya, alguien ha sido descubierto...

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