Capítulo 7.

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Abrí mi ojo derecho debido al sol. Mierda, ayer debía haber bajado la persiana. Hacía tiempo que no me despertaba por mi sola, así que lo disfruté. Me estiré de las mil maneras posibles, miré la hora. Las dos de la tarde. Me levanté con pereza, mucha. Fui al baño de mi habitación me di una ducha rápida. Me puse unas mayas negras y una sudadera de flores, dejé mi pelo suelto. Ya se le estaban llendo las mechas, debería quitarmelas. Me puse unas nike aire max mas falsas que las tetas de la puta del instituto y bajé.

- Por fin despiertas princesa. - Me apachurró Caleb.

- Me parece raro que no me hayáis despertado. - Salí de su lado y fui a la nevera a por mi batido de chocolate de dos litros.

- Ayer parecías triste. - Cambió de tema. - ¿Quieres contarme algo? - Caleb era quien mas tiempo llevaba viviendo con nosotros. Su padre abandonó a el y a su madre cuando aun era muy pequeño, el se mudó aquí con su madre cuando yo tenía diez años, pero su madre solo duró aquí un mes ya que conoció a un hombre y se fue con el dejando a su hijo. Tenía mucha confianza con el, pero ni siquiera con mis hermanos tenía la confianza suficiente como para contarles mis pensamientos, todo el mundo me puede ver como una niñata que no sabe de nada, pero lo cierto es que tengo un coeficiente intelectual por encima de la media y tengo unos pensamientos demasiado maduros para alguien de mi edad, nadie sabía de mis verdaderos pensamientos.

- Bueno ayer era uno de esos días que estas triste y no sabes porqué. - Contesté.

- Si te pasa algo, sabes que puedes contar conmigo. - Ya se está poniendo pesado. Todos saben que oculto mis sentimientos aunque a veces sea inevitable.

- Que no Caleb, no me pasaba nada. Me voy a dar una vuelta, volveré tarde. - Cogí las llaves y el móvil-con los auriculares.-.

- Si te llamo cogelo. - Dijo en tono sobre protector.

- Si, mama. - Le lancé un beso y salí por la puerta. Era un día nublado. Probablemente llovería. Me dirigí a un parque dónde iba con mamá andando, a paso lento. Cuando llegué me senté en los bancos de enfrente de los columpios en forma de indio. Me puse los auriculares y empecé a pensar, sobre todo, la vida, mi madre, Kiam, mis hermanos, Valentina, todo. Cuándo calló una gota a mi lado guardé el móvil. No tardó mucho en empezar a llover, pero no me levanté me quedé ahí viendo como ancianos y jóvenes corrían para evitar mojarse, cómo madres se enfadaban con sus niños porque querían seguir jugando a pesar de la lluvia. Poco a poco el parque se fue quedando desierto. No entiendo cómo esa gente dice que le gusta la lluvia su cuando llueve, corren para no mojarse. La lluvia no cesaba, y ya eran las ocho de la noche, no había comido en todo el día y estaba cansada y mojada, mucho, por lo que decidí irme a casa paseando. Se paró un coche a mi lado, bajó la ventanilla del copiloto y oí a Kiam gritar:

- ¡DEMONIOS BRAVE, ESTAS EMPAPADA! ¡SUBE AL COCHE!

- ME GUSTA DISFRUTAR DE LA LLUVIA DEJAME.

- VAS A PILLAR UNA GRIPE. SUBE.

- QUE NO, DEJAME. - Avancé cuando el coche se me cruzó en la acera, lo rodé cuando Kiam salió endemoniado del coche me cogió de un puñado y me tiró en el asiento del copiloto y seguidamente se subió dónde el piloto y arrancó. En un semáforo envió un mensaje y siguió el camino, yo estaba en completo silencio mirando por la ventana viendo la lluvia caer y escuchando las gotas golpear las ventanillas del coche violentamente, y como no Muriéndome de frío hasta tal punto de tiritar y hacerme bolita.

- Ya llegamos, intenta darte calor. - Estábamos en un barrio completamente desconocido para mi. Paró el coche frente a un edificio y bajó del coche. Abrió mi puerta. - Ven, yo te tapó. - Al llegar a la que supongo que era su casa corrió pasillo adentro. Y salió con un pijama entero de stich y muchas mantas. - Cambiate en el cuarto de baño y date una ducha si es necesario. - En silencio y con todo lo que me trajo fui al baño me di un baño caliente, me puse el pijama y me rodee de mantas y aun así seguía temblando. - Tomate esto. - Me dio dos vasos uno parecía manzanilla y el otro era un medicamento. Me lo bebí en silencio. - ¿No piensas hablar? - Enarcó una ceja.

- No tengo nada que decir. - Dije seria.

- Un gracias al menos. - Se encogió de hombros.

- Gracias.

- Quitando el tono serio estarías mejor.

- ¿Puedo preguntarte algo? - Pregunté.

- Dispara. - Se acomodó en el sofá.

- ¿No vives con tus padres? - Me acomode encima de el.

- No.

- ¿Por qué?

- Es difícil vivir con ellos.

- Yo si tuviera padres viviría con ellos y los disfrutaría.

- No si tu padre es un hijo de puta y tu madre está en un psiquiátrico.

- Dios, lo siento, no lo sabia. - Lo miré y lo abracé.

- Da igual, ya esta superado. - Pasamos la noche jugando a juegos inútiles y en ese momento estaba el encima mía haciendome cosquillas. Empezó a darme besos por la cara a la vez que me hacía cosquillas y en un momento de girar la cara sus labios se pegaron a los mios, así nos quedamos un rato. - Me quedaría así toda la vida. - Murmuró casi inaudible. Y lo volví a besar.

Capitulo de kk. Pero mejor esto que nada ¿no? No tengo mucha imaginación pero lo intento, no me juzguéis. Enfinxd. Buenoooo, ps eso.

sta. pozo fuera.

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