4. La charla

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Yoongi es demasiado joven para saberlo, pero su amor con Seokjin será de los que se recuerda con alegría y nostalgia.

También es demasiado joven para saber que por mucho que busque evitar pensar en que faltan dos meses para que Seokjin se vaya, este pensamiento lo acechará.

Y no, él no quiere que sus últimas semanas juntos sean eclipsadas por la sombra maliciosa de la separación. Por eso, ha decidido dar el siguiente paso. Y porque, además, está seguro de querer hacerlo.

—Quiero tener sexo.

—Buena, crack, pero tengo miedo que tu novio se enoje si lo hacemos —Jimin siguió arreglando la habitación, limpiando todo el desastre que dejó en su maratón de Riverdale—. Aunque cuando se vaya y te sientas caliente, no tengo problema.

—Gracias, Jiminie, siempre supe que contaba contigo para quitarme las ganas —Yoongi estaba en la cama de su amigo, sin intención alguna de ayudarle a limpiar—. ¿Crees que Jin la tenga grande?

—No sé, tal vez. Pero es tu primera vez, Yoon, te dolerá feo así sea pequeña si no te prepara bien.

—¿Crees que le duela cuando se la meta? Sabes que soy algo brusco —Jimin lo meditó.

—Bueno, la tuya es de tamaño considerable y no sé con cuántos habrá estado él por lo que, insisto, es cosa de prepararse bien. Y no te portes como un desesperado.

—¿Dónde lo haremos? —Quiso rechazar cualquier celo de pensar en Seokjin y sus acostones—. No pienso ir a un hotel y en nuestras casas no podrá ser porque de seguro estoy con el asterisco al aire y entra alguien y me ve.

Jimin se rio, recordando que una vez lo encontraron mientras tenía la cara perdida entre las piernas de Dabin.

—Puedo conseguir las llaves del viejo departamento de mamá —ofreció—, solo que tendrías que ordenarlo y ventilarlo.

—Oh ¿de verdad? —Yoongi se quejó cuando su amigo se le tiró encima—. Pesas.

—Te aguantas —Pero se acostó a su lado—. ¿Vas a tener tu primera vez con Seokjin? Él se irá, Yoon. ¿Estás seguro?

—Sí, lo estoy. O lo suficiente para intentarlo. Quiero decir, no me frena el hecho de que se vaya y tampoco hace que acelere las cosas. Lo he pensado, lo máximo que me asusta es que al día siguiente mis padres noten que no puedo pisar bien.

—Diles que te caíste de la bici... o te tropezaste y acabaste rebotando sobre el pene de tu novio.

—No eres gracioso —Yoongi arrugó la nariz.

—¿No? ¡Adiós sueños de ser standupero! —Jimin se afirmó en un codo para mirar a su amigo y sonreír—. Jodido idiota, te amo mucho ¿estamos? Tanto como para haber previsto que esto pasaría y comprarte unas cositas. Bueno, en realidad, jugamos piedra, papel y tijeras para ver quién entraba a la tienda sexy del boulevard y Tae es un maldito tramposo.

—¿Gracias por humillarte?

—De nada, pero tendremos una charla especial tú y yo. Espera traigo mi teléfono para buscar un par de vídeos.

Yoongi se fue de esa casa habiendo conseguido un sitio para estar con su novio y, también, lubricante y protección. Su sonrojo ante la clase de cómo dilatar un asterisco del profesor Park, innecesaria y humillante, no se le olvidaría jamás.



















Nota:

Este capítulo es más cortito porque eh, hace el pie al siguiente que quizá sea más extenso.

No sé cómo resolveré lo que sigue pero hey, tengo fe de terminar la historia antes del domingo jaja

Amén a los días que no son domingos.

Bye :)

N/E: el yoonmin me puede, ysí

Absurdo [JinYoon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora