Cita misteriosa

2.3K 259 22
                                    


La última semana de exámenes transcurrió con total normalidad. El estrés era evidente, pero todos y cada uno de los chicos que conformaban el grupo de Jimin y Taehyung pudieron terminar con éxito sus cursos académicos.

En cuanto al plan de la pareja Kim-Jung, iba sobre ruedas. Hoseok y Jungkook habían terminado por informar a Namjoon y Yoongi, quienes estuvieron de acuerdo con colaborar.

El verano los esperaba y el clima caluroso de la capital los hizo plantearse, un año más, marcharse a la casa de verano de los Park en Busán. Si bien toda Corea se sumiría en meses de altas temperaturas y olas de calor, poder pasar dichos días a línea de playa y con una piscina a su disposición sería mucho más llevadero. Jimin había tenido la suerte de nacer en una familia acomodada, y aunque sus padres hubieran estado ausentes muchas veces debido a sus respectivos trabajos, mentiría al decir que habían sido malos padres: siempre se preocuparon por él, lo llamaron constantemente y tuvieron la decencia de sacar el máximo de días libres para estar en familia.

Taehyung nunca corrió con esa misma suerte. Su padre estuvo ausente desde antes de su nacimiento y, en parte, agradecía nunca haber conocido a semejante desgraciado. Su madre sufrió mucho con él, pero gracias a su amistad con la señora Park, pudo salir de aquella relación tóxica y centrarse en cuidar de Taehyung y salir adelante.

Nunca habría persona que Tae admirara más que su madre. Hasta que él tuvo 16 años y ella falleció de un repentino cáncer en etapa muy avanzada, siempre lo cuidó y lo educó en los valores que hoy en día lo hacían el buen hombre que era. Ella siempre quiso un gran futuro para él, y por supuesto siempre fomentó su amistad con Jimin. Decía que estaban destinados.

—Chicos, nos vemos luego.

Taehyung se despidió una de las semanas anteriores a su viaje, cuando habían quedado todos para comer un helado. El chico tenía algo que hacer, aparentemente. Todos se despidieron, Jimin con su típico beso y el resto con un ademán.

—Sigo sin decirle lo de la nota —comunicó Jimin al resto de sus amigos, quienes se miraron entre ellos—. Después de lo que pasó con Alex, dudo que le siente bien que vaya a verme hoy con un admirador secreto.

Hoseok y Jungkook se miraron de reojo.

—No se lo digas —dijo Yoongi, bebiendo de su granizado de mandarina—. Es mejor contárselo luego, cuando estés fuera de peligro. Jungkook y Namjoon te acompañarán y vigilarán de lejos que no te haga daño.

Evidentemente, Jimin haría caso a las recomendaciones de sus hyungs. Jungkook y Namjoon le sacaban algunos metros y los dos estaban fuertes, incluso él podría patearle los huevos a alguien que quisiera hacerle daño.

Las cosas se remontaban a unas semanas antes, cuando extrañas notas empezaron a aparecer en su mochila de danza. Todas ellas contenían poemas, frases bonitas o halagos. A Jimin se le hacía muy conocida la letra, pero había sido incapaz de atribuírsela a alguien.

Después de todo, el chico que le enviaba aquello era muy dulce. Jimin era el típico joven al que le gustaba que lo trataran bonito, que lo mimaran en todo y sobre todo que fueran dulces con él. Tal vez los regalos materiales no le importaban tanto, pero los detalles sencillos, como un poema o una palabra bonita, eso le calentaba el corazón, le despertaba curiosidad y le sacaba una sonrisa. Incluso a veces fantaseaba conque aquella persona misteriosa fuera Taehyung.

Pero solo eran fantasías, ¿no?


*


Un par de horas después, Jimin se encontraba en el parque donde su admirador secreto lo había citado en la última nota. Después de un par de semanas jugando al gato y al ratón, Jimin le había pedido que se mostrara, más teniendo en cuenta que no irían más a la universidad.

FoolsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora