Había visto la oportunidad y la aprovecho, logró escapar pero no hubiera sido posible sin la ayuda de el, no sabía qué hacer, ahora estaba perdida en el bosque, sin compañía de nadie.
Era una sombra en la oscuridad, tendría que alejarse de Demacia, pero no sabía qué tan peligroso sería, los cazadores de magos realizaban búsquedas en el bosque, en busca de Sylas y lo sabía, pero sería su única opción, preparo un pequeño campamento, que se componía de una carpa y un fuego que le serviría para no congelarse y mañana vería como conseguir comida.
Por el lado de Sylas, el tenía que seguir moviendo su pueblo, no tenían otra opción que ir por el bosque, los Jonianos eran casi tan traidores como los Demacianos.
Avanzaban, cazaban en los alrededores y tenían esploradores más adelante, lo que les permitía estar siempre un paso más adelante que la ley y estar seguros de que camino tomar.
Sylas ya sabía más o menos qué hacer, tendría que infiltrarse en demacia, para conseguir la magia que necesitaba y a la vez destruir una de las más grandes defensas de Demacia.
Pasaron los días, su grupo era de unas quinientas personas aproximadamente, desde que derrotó a Irelia, a Rakan y a Xayah, ganó mucha popularidad así que cada vez tenía más gente.
Pero Sylas no se sentía bien consigo mismo, la traición que le hizo a Lux al principio no le molestó, pero después de reflexionar varias veces el tema, vio que traicionó a la única persona que alguna vez confío en el, esto era un golpe directo en su cabeza, no sabía si alguna vez se perdonaría, pero el trataba de apartar ese pensamiento, se mantenía sereno, si no hubiera traicionado a Lux, estaría muerto, no había otra manera, se decía para sus adentros, pero no podía engañarse, se sentía en cierto modo arrepentido.
Paso un par de días, su grupo se topó con un pequeño campamento, como siempre revisarían para ver si hay magos que se quieren unir a la causa o si está abandonado y posee algo de comida o valor.
Sé despertó había bullicio fuera de su campamento, tenía miedo no sabía quién podría ser ni que intenciones tenian, estaba abriendo la carpa cuando se encontró a Sylas de repente, este parecía sorprendido, tenía una expresión de sorpresa y emocion.
Sylas: ... ¿Lux?
Lux se sentía incómoda, todos la miraban.
Sylas: me alegra tanto verte, después de que me fui, supe que te apresaron.
Lux lo miraba, había un aire de resentimiento.
Paso un rato en que Sylas no recibió respuesta
Sylas: Aunque entenderé si no quieres hablarme, (Sylas soltó una pequeña risa) supongo que nunca podré saldar la deuda que tengo contigo.
En la cara de Lux resbalaron unas lágrimas.
Sylas se fragmento por dentro, el sabía que había destruido todo lo que Lux amaba.
Sylas hablo con un tono triste.
Sylas: perdóname lucesita.....
Sylas: no había otra manera....
Lux estaba destrozada, no sabía que responderle.
Sylas: lo lamento... Será mejor que me vaya.
Lux entro en su carpa corriendo mientras llorsba, Sylas sabia que no había nada más que hacer
Sylas se dispuso a caminar, ya no valía la pena seguir hablandole, cuando se fue, le dejo alimentos y algo de ropa fuera de su carpa.
Comenzó a viajar, cuando instalaron un campamento, se dispuso a reflexionar, en su carpa, la noche era oscura. Un manto de pequeñas velas cubrió lo que se podía ver de cielo, entre las copas de los antiguos árboles.
Se sentía desanimado, incluso más que antes, dió un suspiro y se durmió, no tenía ganas de hacer nada, su personalidad era sólida, pero cuando de trataba de este tema se fragmentaba rápidamente.
Aunque el esperaba esa reacción no pudo soportar está, sus planes se paralizaron un tiempo.
Garen:
Se sentía agobiado desde el enfrentamiento con Sylas, no sabía nada de la "deuda" que tenía, hasta que Lux fue sentenciada a encarcelamiento por 60 años por liberar a un convicto de máxima seguridad, Garen simplemente no pudo soportarlo, fue a la prisión. Y la libero, los guardias lo detuvieron cuando intento escapar, pero Lux logró escapar, ahora estaba en una celda sentenciado a 50 años por traición, se sentía abandonado, tantos años sirviendo a la nobleza para que lo tratarán así, vio lo que Sylas había vivido y visto por siempre: El lado oscuro de Demacia, el solo quería que Lux por último viviera en libertad, pero eso nadie se lo aseguraría.
Pasaron los meses, Sylas ya había superado todo el asunto con Lux, aunque igual se sentía mal por eso.
El plan sería eliminar a Galio, la legendaria estatua protectora de Demacia.
Sé infiltraron en demacia y se ocultaron hasta el anochecer.
Cuando el sol cayo rendido bajo las montañas y la luna se alzó en el punto más alto, comenzó el sabotaje.
Fueron en donde la estatua de Galio se encontraba, había unas 20 y todas estaban fuertemente vigiladas, había que acertar cual era la verdadera.
Pero eso no sería problema para Sylas, el sentía la magia en una de las estatuas. Las estatuas eran enormes eran como 3 casas juntas, Sylas escaló la que contenía la magia.
Sylas: el maravilloso Galio... He leído todo sobre ti.
Subío hasta la cabeza y una vez en ella, los guardias lo detectaron.
Guardia: hey tenemos una amenaza en la estatua número 13. Esto es grave vengan todos
Sylas no se molestó y ocupo su "Mata reyes" en la cabeza de la estatua, pero no sin antes haber tomado el poder de Galio, la entrada que necesitaba. La cabeza de Galio fue partida en Miles de pedazos con un solo golpe.
Galio estaba muerto hasta que alguien lo reconstruyera
Sylas escapó columpiando se con sus cadenas, tenía lo que necesitaba, mañana sería el día, Las altas cabezas de Demacia serían destruidas para siempre.
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Sylas, Cadenas Rotas
FanfictionEsta historia partirá desde el encuentro con Lux, algo primordial de este personaje. Intenté hacerlo lo menos cursi, posible pero a la vez mostrando los pensamientos de los personajes, la historia no va a ser muy larga, no tiene escenas +18 simpleme...