Ellioth murió el 14 de marzo del 2015, pensó que no tuvo sentido escribir más cartas para una persona que nunca las iba a leer. Azul nunca leyó las cartas, la libreta se perdió río abajo después de que Ellioth la arrojara desde el primer puente que encontró. Ellos no tuvieron su final feliz. La vida no es cuento para que tenga finales felices.
Todo lo que sube tiene que bajar pero una vez que un alma sube al cielo nunca va a bajar. No les contaré como es el cielo, porque algún día lo averiguarán, pero di les diré una cosa: Para Ellioth, el cielo es Azul.
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Cartas a Azul
Teen FictionNo sabemos lo que la tinta y papel puede significar hasta que, la tinta y papel, se vuelve el centro de nuestra historia