Introducción

61 2 1
                                    

Los monstruos no duermen
• Estamos ahí de día y de noche, en tu mente y en la realidad. Te estaremos observando, queremos jugar contigo. Queremos verte sufrir y nosotros reír.

Episodio 1.

Temor

Toda mi vida he vivido con él. Cada mañana él está en la esquina de mi habitación mirándome; observando cada movimiento mío para después acercase a mí y susurrar en mi oído tantas cosas incomprensibles. Quiero entenderlo pero tan solo se vuelve agresivo con el paso del tiempo. Él ya no me habla ni me susurra sus inquietudes, él me grita y me sacude como si fuese un trapo sucio.

Me impresiona lo grande que se ha vuelto pero, eso no significa que deje de prestarle atención. No puedo hablar con nadie, con mis amigos ni con mi familia porque él llora y me grita suplicando por muestras de afecto. Tengo miedo de no serle suficiente, trato de dar lo mejor para hacerle felíz pero, él sigue llorando. Sus gritos y sus susurros me mantienen despierto por las noches, mi mente está aturdida mientras trato de imaginarme un mundo tranquilo sin él.

Me siento cruel de ello pero, necesito un descanso y él no lo entiende. Otra mañana me desperté y no podía ver siquiera mis manos porque su cuerpo oscuro y pesado cubría toda la habitación. Es difícil lidiar con él, lo detesto. Sus manos frías tomándome de los hombros y gritando en mi oído que nunca seré felíz. Quiero ahorcarle y hacerle ver qué no soy un simple muñeco para que juegue conmigo de esa forma tan cruel.

Mi hija, murió hace unos días. Mi mujer me odia porque dice que fue mi culpa de que nuestra pequeña ángel haya muerto. Yo no soy culpable de su muerte, es él. No puedo hablar con ella porque él me lo impide. Me toma de los hombros y me dice que ella se va a ir y yo estaré solo con él. Como si se tratase de un profeta, ella se fue al igual que mi hija y yo me quedé atrapado junto con él en su frío y húmedo interior mientras miro los rojos claveles del jarrón de mi estante marchitarse, yo los recordaba blancos llenos de pureza. Todo aquello que llamaba felicidad y tranquilidad se fueron dejándome vivir con temor el resto de mi miserable vida.

Episodio 2.

Envidia

Pasó el tiempo y pude ver lo que era en verdad. Él desapareció una mañana, al ver mis manos eran de color negro, eran pesadas. Los claveles rojos estaban llenos de belleza. Me levanté apenas con poca fuerza, miraba a mi alrededor y mi pequeña ángel estaba colgada de las alas empapando los claveles de ese líquido carmesí. Su belleza estaba ahí, podía sentir su vida con tan solo colocar mi mano en el charco que se formaba en el estante.

El óxido del marco de mi ventana, su color me llevaba atrás en el tiempo. Pasar mi mano por el marco, mis dedos cubriéndose de un líquido caliente de color negro. Estoy muerto. Tengo tanta envidia de mi ángel porque, ella está tan viva y tan bella.

Hombres de color blanco me atraparon, sus manos quemaban mi oscura piel separándome de mi ángel. Luchaba contra ellos, llegué a golpear a uno. Al ver su sangre pura no lo pude evitar, quería sentirme vivo otra vez y decidí beber de él. No sentí nada más que una voz retumbando en mi cabeza, era él dentro de mí. Tengo envidia de que él haya tomado la vida que acabo de beber, ojalá se muera.

Me llevaron afuera, el cielo era de un color negro bastante extraño pero, mi cuerpo era más oscuro que todo lo que me rodeaba. Me llevaron a un castillo blanco. Al colocar mis pies en ese lugar mi sangre oscura hervía. Grité de dolor pero ellos caso omiso hicieron, aventando mi cuerpo delgado hacia una habitación llena de luz para dejarme encerrado mientras mi sangre escapaba de mi boca.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 30, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Nightmare Donde viven las historias. Descúbrelo ahora