Capítulo uno

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Me despierto sobresaltada por la alarma que suena a mi derecha.
Me incorporo y me froto los ojos para entrar directa al baño; me miro al espejo y parece que me ha pasado un camión por encima unas cuantas veces.
Me doy una ducha rápida para intentar deshacerme un poco del cansancio y me visto rápido poniéndome lo que nunca falla: vaqueros azules, sudadera y mis adoradas converse blancas.

Bajo a la cocina y allí me esperan mi madre, mi padre y mi hermano, como siempre; la última.
Mi madre me da los buenos días mientras prepara su café.

Mi madre Riley es una mujer con coraje; decidida, valiente y trabajadora. Es mi ejemplo a seguir y cada vez que la miro solo puedo sonreír como una hija orgullosa de su madre; orgullosa de los valores que nos ha inculcado y de lo que nos enseña a día de hoy.
Trabaja como auxiliar de enfermería en un hospital y es muy buena en ello.

Mi hermano mayor Marlon, es un niño muy reservado, me saca siete años y es algo sobreprotector conmigo. Es bastante guapo; metro setenta y cinco, pelo castaño, ojos marrones y unas facciones bastante marcadas. Se parece mucho a mi madre en cuanto al físico.

Y luego está Jack, mi padre. Un idiota al que le tengo mucho cariño.
Siempre he sido su ojito derecho y yo lo he considerado una persona admirable y exitosa.
Pero he estado confundida toda mi vida, 16 años de mi vida.

Y esta de aquí, la que está hablando. Soy yo; Irina Collins.
Y vengo a contaros la historia de cómo mi vida cambió en octubre; y todo lo que eso conllevó.

Nueve veces Octubre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora