¿Recuerdas ese día cuando olvidé decirte que el baile era formal y tú llegaste en pantalones de jeans?
Mi graduación se acercaba, por fin el momento que había ansiado toda mi vida. Tú tenías la cabeza en los exámenes de la universidad.
Realmente te estabas matando en eso. Pero nunca se te olvidó los pequeños detalles para el baile. Me habías regalado un ramillete, y ambos reímos ya que lo consideramos muy cliché, pero fue algo que aún no olvido.
La última semana antes del baile, la habíamos pasado solo hablando de el, de como era algo que nunca iba a olvidar, y así fue. Hablamos de lo divertido que sería para ambos, de lo hermosa que me vería en lo que me iba a poner, pero nunca te dije como debías ir, el consejo estudiantil había decidido la categoría de ir formal, y yo me había olvidado de decirte.
Por cuestiones de tiempo, o de exámenes más bien, no pudimos llevar juntos a la escuela, así que decidí esperarte en la entrada.
Al verte llegar abrí mis ojos de par en par al haber realizado que olvide decirte que debías venir de traje. Recuerdo tu cara al ver a todos tan formales y tú estabas en jeans, viéndote tan hermoso como siempre.
Pensé que me abandonarías, pero no lo hiciste.