Primeros dias con un extraño

77 1 0
                                    

Cuando me dispongo a tomar asiento en la sala de mi hogar siento como si una mirada me siguiera. Cuando logro divisar que era Gabriel, mi primo. Se me queda mirando y mientras lo hace me dice:
-¿No vas a saludar?-Con un tono irónico.
-Hola.- Le dije sin pensar.

Estuvimos alrededor de 3 horas hablando. Me contaba lo horrible que le había ido en su intento de encontrar una mejor vida. Una vez graduado de escuela superior tomó un avión y se alejó de todo lo que él conocía. Dejó su familia detrás ya que sentía que ninguno lo quería. Una vez en Estados Unidos vivió 3 años con una pareja y al parecer comenzaron a tener problemas y lo echaron a la calle. Así comienza su historia de horror, perdió su casa y vivió en las calles durante meses. Se juntó con malas amistades las cuales usaban drogas y una noche le hizo el favor de sujetar una caja de cigarrillos a un amigo y segundos después aparece la policía. Esa noche la policía se lo lleva y cayó en la prisión por quien sabe cuanto tiempo. Pero ese no es el caso de esta historia, a lo lejos se notaba que era homosexual. Desde el primer día que lo vi quedé enamorado de él. Era la persona más hermosa que yo hubiese visto en mis 19 años de vida, en un principio sentía que me despreciaba por la forma en la que me trataba pero luego me echaba una mirada la cual no lograba descifrar. Así comenzamos a hablar por mensajes y notaba lo extraño que resultaban algunos de sus mensajes. Nos encontrábamos mi mamá, él y yo en la sala y comenzó a enviar mensajes.

-Avanza.-Me decía mientras me insistía que descargara una aplicación a mi celular.
-No me apures. Respondo buscando una forma de molestarle.
-¿Vas a hacer que me pare de este sillón?- Me dice por mensaje mientras me sonríe desde el otro punto de la sala.
-¿ Y qué vas a hacer?- Le respondo pero no me responde solo me sonrió.

Esa noche, una vez va en dirección a su hogar alrededor de las 11PM me envía un mensaje:
-Vamos a resolver nuestro problema.
-¿Qué harás? Hablas y hablas pero en ningún momento eres capaz de hacer algo.
-Yo no aviso, yo solo hago- Me responde
-Cuando quieras lo resolvemos, si quieres ven y resolvemos las cosas.

Quedamos en encontrarnos en la entrada de mi casa. El primero en llegar fui yo y a lo lejos puedo ver la silueta de un hombre. Cuando se acerca me comienza a dar empujones mientras me decía "¿Qué vas a hacer?" a lo cual le respondía con otro empujón. Poco a poco al empujarme sentía que se acercaba a mis labios pero era como si no tuviese el valor suficiente como para hacerlo. Se alejó y lo dejamos de esa forma, comenzamos a caminar sin rumbo hasta sentarnos frente a una tienda de ropa donde hablamos durante horas. Nos aburrimos de estar allí y comenzamos a caminar hacia nuestras casas. Una vez nos encontramos en la entrada de mi casa, él hace un acercamiento y me dio un abrazo. Ese abrazo se sintió tan cálido que hubiera dado todo por quedarme abrazándolo. Noche tras noche hacíamos lo mismo, caminábamos hasta el frente de la tienda y luego nos íbamos hasta que una noche esa historia toma un giro inesperado. Una noche en el momento de despedirnos siento que su cabeza se despega de mi cuello y se mueve en dirección a mi rostro. Poco a poco comenzó a besarme, ese fue el mejor beso de mi vida y no me parecía correcto ya que era mi primo pero no lograba verlo de esa forma. Luego de eso se aleja y se fue sin dirigirme palabra alguna.

Un Amor Entre PrimosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora