XCrime Detective

¿Inocente o culpable?

Faltando poco para que oscureciera llegamos hasta la dirección que encontramos en la nota pegada en la pared del aula en el instituto, arriesgándonos de que solo sea una mala broma de algún estudiante, pero a estas alturas hay que jugárnosla todas, sobre todo porque el caso estaba por expirar y aquel muchacho llamado Donsy Wallys, quedaría libre en el supuesto caso de que realmente haya asesinado a Eugene "...", aunque si realmente Wallys fuera inocente, jamás se daría con el verdadero responsable de este cruel asesinato. Una vez que el caso sea archivado, a nadie más le dará importancia esto y quedaría como un caso más sin resolver.

Accediendo por un callejón de paredes grafiteadas y de difícil acceso, nos encontramos con un vehículo muy poco común para esta zona.

–¿No se te hace extraño ver aquí un vehículo de lujo? –Le pregunté con demasiada curiosidad a García mientras el detenía el vehículo–.

–Sí, vamos a ver que encontramos por aquí.

–Bien, llevemos las armas, no sabemos quién nos pueda estar esperando aquí.

Me guarde mi arma de dotación, una pistola 9mm modificada con alimentador ampliado de 12 a 22 balas. En el pasado me ha tocado enfrentarme a situaciones muy similares, aunque para aquel tiempo era una oficial de policía y no podía esperar menos.

Luego de asegurar bien la zona, García empezó a registrar el vehículo. La puerta del lado del acompañante estaba sin seguro, por lo que poniéndose unos guantes primero, procedió a abrir la puerta, mientras tanto yo por radio pedía que me verificaran la matrícula trasera del auto el cuál decía "INFERNO".

–¡Zarah!, ¡ven mira esto!

–Imagino que has de haber encontrado algo realmente bueno por tu exaltado tono de voz.

Al acercarme, me percaté que en el asiento del acompañante y en el piso del mismo habían manchas de sangres secas. Mientras tanto, por la radio me informaban de que el dueño del vehículo que llevaba ya al parecer demasiado tiempo olvidado, no era nada más y nada menos que de Eugene ...

Sin perder demasiado tiempo, pedí a criminalística que se acerquen para recoger lo poco que puede quedar de evidencia.

–Será una larga noche Anderson.

–Sí, –Suspiré–. Ya estoy acostumbrada a no dormir por las noches.

Los de criminalísticas se tomaron sus 2 horas en llegar a la escena, en esas dos largas horas de mi vida tuve suficiente tiempo para pensar sobre aquel fatídico encuentro que tuve hace horas atrás con James, pensé que me terminaría volviendo loca, todo este embrollo del caso el cuál estoy deseando ya cerrar y ahora nuevamente James... Al mismo tiempo fue algo bueno, logré solucionar mis conflictos con García, quien se puede decir, aprovechó el momento para hacerlo.