Pequeño Camaroncito

Sexto Mes - Septiembre

- ¿Qué hora es?

Me encontraba en la sala de descanso después de las grabaciones de WhyRU, recientemente habíamos empezado a grabar. Y estaba apunto de renunciar a todo.

Sentía que en cualquier momento mi espalda se partiría a la mitad por el peso que cargaba en mi estómago.

Ocultar esto se estaba volviendo una tortura, aún me faltaba al menos, un mes de grabación para poder cumplir con los capítulos que había sentenciado el director.

Mis días eran más intenso, tenía muy en cuenta el sobreesfuerzo de trabajo que tengo, y que por mi salud debería renunciar.

Nunca pensé que el sexto mes llegaría más rápido de lo pensado. Entre la tensión de tener que confesarle a una, otra y otra persona, tener que hacer anuncios, fotografías, grabaciones de series, hacer fanservice con P'Zee, lidiar con Perth, mis hormonas sexuales descontroladas, etc, etc, etc.

¡Dios! Luego de esto, puedo decir, que respeto más que nunca a las mujeres. Pasan todo esto y sin quejarse, yo apenas y puedo respirar ahora.

- Ya es muy tarde - contestó P'Zee - son aproximadamente  las ocho de la noche. ¿Cómo te sientes?

- Estoy muy bien, Phi. Gracias por preocuparte.

- ¿Cómo no hacerlo? Si te has visto incómodo todo el día caminando - soltó una risa.

- No te burles Phi - reproché - mis piernas y manos ahora se han hinchado mucho más, y mi espalda duele como no te imaginas.

- Nunca pensé que llegaría a crecer tanto, a decir verdad, ni siquiera pensé que enserio era verdad - justo en ese momento, le clavé un palmazo en el brazo derecho.

- ¡Dijiste que me habías creído!

- Si, si - dijo sobándose - lo confieso - levantó sus manos hacía arriba - pensé que estabas jugando y solo decidí seguirlo, cuando salí, no paraba de reírme.

- No es gracioso.

- ¿Saint?.... ¿Saint? ¿Qué estás haciendo?......

- Emm ahh - solté un gemido de placer y me dejé resbalar por la pared cuando logré desabrochar el botón de mi pantalón.

- ¿Saint? - Zee soltó una serie de carcajadas.

- Perdona Phi - le hice una seña con las manos de que prosiguiera - pero el broche de mi pantalón apretaba mucho mi vientre.

- ¿En qué estaba?

- No sé, era tu historia - respondí secamente mientras levantaba mi camisa empezaba a masajear mi estómago abultado y rascarlo levemente.

- Bien, quedé en que salí riéndome. ¿cierto? - me señaló con un dedo y yo asentí - el punto es que salí riendo de tu apartamento pero, según unas fotos que he visto en mis redes, el carro de N'Perth es un BMW, y casualmente esa noche vi que se estacionó un BMW cuando salía.

- Osea, que tú viste cuando Perth llegó al edificio? - solté un bostezo y rasqué con más fuerza mi estómago.

- Si, pensaba quedarme para ver pero.... Saint - Zee me quedó viendo a los ojos.

- ¿Puedes dejar de reírte cada vez que me miras?

- Pero es que... Saint, no puedo hablar seriamente contigo, cuando estás todo desparramado allí, rascandote la panza.

- En vez de estar quejándote ven - Le agarré una mano he hice que la posara en mi estómago.

Zee me quedó viendo a los ojos con expresión inédita, mientras yo seguía pasando su mano por mi vientre