Cuarto mes - Julio

2.5K 248 150
                                    

Bajé hasta su cuello, besando cada parte de su cuerpo mientras aspiraba el olor natural que desprendía su piel y sudor. Chupé todo al rededor de el, dejando marcas rojas que llegaban hasta su hombro y pecho.

Sentía sus manos atrevidamente recorriendo mi espalda y bajando a mi pecho, para empujarme levemente y lanzarse a devorar mi boca.

Mi lengua se enlazaba con la suya de manera perfecta, mientras nuestros cuerpos sudorosos se acompasaban.

Nos separamos suavemente dejando un hilo de baba colgando de nuestros labios. Viéndonos a los ojos, sentía como su aliento se mezclaba con el mío gracias a que respirabamos con la boca. Lentamente llevó una de sus manos a mi frente y despegó el mechón de mi cabello que se pegaba en esta para luego acariciar mi mejilla.

Bajé suavemente por todo su pecho, pasando por sus pezones, lamiendo cada parte, hasta su estómago ahora abultado y di un suave beso dejando escapar una sonrisa.

Mis manos llegaron hasta su cintura y lo escuché lanzar un gemido cuanto levantó su cadera y mi aliento caliente rozó su miembro.

-Mmgh... Perth - Gimió en un suspiro mi nombre mientras se retorcía de placer entre las sábanas.

Sin previo aviso metí su miembro erecto en mi boca y empecé a lamerlo al compás de sus gemidos. Sentí sus convulsiones cuando estaba apunto de venirse, lo saqué de mi boca y mordí suavemente sus muslos.

-Perth - dijo apenas audible - Deja de jugar - con sus manos tomo mi cabello guiándome hasta el para que lo volviera a besar, con mi mano seguía masturbando su miembro hasta sentir el líquido pegajoso vertirse en esta y su gemido ahogado en mi boca.

Mordí su labio inferior haciéndolo gemir más fuerte y arquearse hacia mi. Sentía su vientre abultado chocando contra mi pelvis estimulando mi pene erecto.

- Entra, hazlo de una vez - tomé su cabello y suavemente lo jalé hacia atrás, podía sentir su corazón agitado, deseoso de mi, mis manos llegaron hasta su entrada que goteaba. Desde que su embarazo había llegado al segundo mes su cuerpo podía lubricar solo, cosa que nos facilitaba todo.

Metí dos de mis dedos sin vacilación y sentí su cuerpo y suspiros estancarse en un grito.

- Allí - Lo escuché decirme - Justo allí, remplazalos - Sus piernas temblaban del placer. Desde la posición que estaba podía ver su pecho con esos pezones completamente engrandecidos tentandome a ir y ser el primero en probarlos.

No resistí un ruego más de Saint debajo mío y entré dentro de él, cuando se arqueó dejó mi objetivo más fácil y metí uno de sus pezones a mi boca lamiéndolo,mordiendolo y chupandolo, sintiendo como obtenían un sabor diferente. Aún no era leche materna, pero para mi sabía delicioso.

Empecé a moverme dentro de el, hundiendo el sonido de nuestras carnes chocando contra las paredes de la habitación apenas iluminada por una bujía color blanco para poder ver nuestros rostros.

- Mghh.. si Perth.. a..a.. - empecé a moverme más rápido, sintiendo como su interior me apretaba cada vez más y podía tocar nuestro punto de placer en cada embestida. Tenía el cuidado suficiente cuando lo besé lánguidamente de no aplastarlo, para no lastimar su barriga.

Enrrollamos nuestras lenguas en un ruidoso juego de baba. Saint movía sus caderas a mi ritmo mientras su cabeza se levantaba y sus brazos se enrollaban en mi cuello para profundizar aún más el beso. Nuestras bocas completamente abiertas tragandonos, literalmente.

- Ah..Perth..Yo mmg.. Ahhhh - Saint fue el primero en venirse, haciendo que se retorciera entre las sábanas y mis brazos, tomé sus caderas y empecé a empujar con toda mi fuerza, pausadamente, sintiendo como me apretaba ayudando a liberarme dentro.

Pequeño Camaroncito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora