Capítulo 22

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Emilio

Llegué a mi casa un poco cansado y frustrado por la situación con Joaquín. Sé que me he comportado inmaduro y sé que fui un poco posesivo, estoy mal y lo sé. Pero es muy difícil ver a la persona que quieres, besar a otro frente a ti.

Lo he pensado y me disculpare con él, y lo haré bien.

...

Era muy temprano y estaba casi listo para salir de mi casa rumbo a la de Joaquín, después de lo de ayer no he podido consolidar el sueño y dejar de pensar en él. Subía a mi coche y arranqué hacia mi destino.

Toque la puerta una, dos y tres veces y nadie abría, por un momento pensé que Joaquín se había ido a la escuela pero era imposible, apenas son las 6:00 am. Sí, lo sé es muy temprano, pero a esta hora es muy oscuro aún y nadie podría verme.

Volví a dar un ultimo toque, escuché como abrían un cerradura y entonces la puerta se abrió dejando ver a un Joaquín todo adormilado.

-Hola dormilon -sonreí y le di un beso en la coronilla de la cabeza.

-¿Emilio? -dijo mientras se tallaba los ojos y bostezaba -¿Qué haces tan temprano aquí? pasa -abrió más la puerta haciéndose a un lado para dejarme pasar.

Pasé y me pare detrás de él, en cuanto cerró la puerta lo tomé de la cintura girandolo hacia mí completamente para ver su rostro. Una mano mía se dirigió hasta su despeinado cabello y lo peine poquito.

-Vine a verte y disculparme de nuevo Joaquín. Ayer estuve mal, y realmente lo siento.-lo miré y toque su mejilla -Perdón, nunca fue mi intención, aparte yo te quiero Joa, eres muy especial para mí, y no te podría nunca en esa situación ¿Podrías perdonarme? -hice un puchero y lo acerqué más a mí.

-Me alegra que hayas reflexionado -sonrió -Y claro que te perdono Emi, yo también te quiero.

Lo acerqué aún más a mi uniendo nuestros labios en un cálido y suave beso. Nuestros labios se movían en sincronia, el beso era suave y lleno de amor. Joaquín pasó sus brazos alrededor de mi cuello, yo puse mis dos manos en su espalda atrayendolo más para profundizar el beso. Ahí estábamos los dos demostrando tanto en ese beso. Nos separamos por falta de aliento y uní mi frente con la suya.

-Sabes... Eres muy especial para mí Joa, no sabes lo mucho que lo eres, y todo lo que provocas en mí.

-Igual tú lo eres para mí Milio, realmente lo eres.-suspiró.

-Aún es temprano, vuelve a la cama -sonrió y me miró

-¿No quieres dormir conmigo? -preguntó

-Bueno... es un propuesta interesante -sonreí y lo tomé de la mano -Sí amor, vamos a dormir.

Joaquín apagó las luces de abajo y nos recostamos en un sillón grande. No, no subimos a su habitación, y no entiendo el porque. Él se encontraba recostado en mi pecho muy pegado a mí, supe que se había quedado dormido cuando sentí su respiración pesada contra mi pecho. De igual forma cerré los ojos y me quedé profundamente dormido.

Desperté y no se encontraba nadie a mi lado, me senté en el sillón y giré mi cabeza varias veces en busca de Joaquín.

-Joaquín, ¿estás? -grité a no verlo. Miré mi reloj y me di cienta que faltaban 50 minutos para que la clase comenzara.

-Estoy aquí -salió de la cocina con dos platos con lo que pensé era el desayuno.

-Ten, te prepare esto -sonrió mostrandome el contenido en los platos -No es la gran cosa pero lo hice con mucho amor

-Gracias bebé, creo que disfrutaré este cereal -reí. Él golpeo levemente mi hombro y se sentó a mi lado. Él ya se encontraba listo para ir a la escuela, se había vestido bien -¿Hace rato que despertaste?

-Sí, hace más de media hora. Por cierto roncas mucho

-¿De verdad? -pregunté apenado

-Sí, pero es tierno -tomó mi no e hizo con su dedo pulgar pequeños masajes sobre esta.

Terminamos el desayuno y yo tenía que salir antes de ahí para dirigirme a clases y llegar antes que él. Le di un beso de despedida y salí del lugar con las mejillas ardiendo, y el corazón acelerado. Sabía que me estaba enamorando y eso me hacía sentir bien.

Joaquín

La visita de Emilio me dejo con una revolución de mariposas en mi estomago. Él me hacía sentir tanto con tan poco. Puedo decir con seguridad que lo amo, porque cada que estoy con él siento demasiado y siento la necesidad de estar cerca de él.

Minutos después de que Emi salió de mi casa yo me dirigí a la escuela pensando en lo que hoy pasaría y cuál sería la reacción de Laura ante lo que hoy iba a hacer.

Estaba muy decidido de que era tiempo de terminar todo, de poder seguir con Emilio sin mentirle a Laura y son jugar con Emilio.

Daría todo por él. Sé que no podemos salir a la calle tomados de la mano, ni besarnos frente a la gente, pero esto que tenemos es algo tan íntimo que es muy especial y hermoso.

Llegue a la escuela y todo transcurrió normal hasta la hora del descanso.

-Lau ¿podemos hablar? -suspiré y me senté con ella en una banca de la escuela.

-Claro, ¿qué pasa bebé? -preguntó mientras sostenía mi mano.

-Lau, te quiero pero... creo que esto de verdad no está funcionando.

-¿Qué quieres decir? -oí su voz profunda, la misma cuando estaba tensa.

-No creo que esto vaya a algún lado, y tú lo sabes Laura. Creo que lo mejor es que terminemos la relación

Hubo un silencio muy incómodo

Laura tomó algo de distancia entre nosotros antes de suspirar, levantarse y alejarse. Mantuve mi cabeza en mis manos y me sentí mal por ella. Sin embargo ya todo estaba hecho. Me levanté y tomé un bocadillo de la maquina expendedora, lo comí rápidamente antes de hacer mi camino hacia la clase de Emilio.






Capitulo 98% editado.


Lujuria Oculta || Emiliaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora