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La pareja estaba en confusión después de todo lo que había pasado.

El Alemán lleno de impotencia y el Chileno Asustado de lo que podría pasarle a el y a su gente.

Se aferró aún más al europeo y levantó su vista para poder mirarlo, se sorprendió a ver las facciones enojadas del Alemán y pequeñas gotas que amenazaban de salir de sus cuencas.

Se puso de puntitas y dejo un tierno beso en los labios de su pareja, en un acto de decirle que todo estaría bien

Un corto tiempo después se separaron y se miraron.

-Te amo mi chanchito- el Chileno lo miró apenado.

Dicho esto el latinoamericano subió hasta la habitación de ambos y se recostó en la cama comenzando a llorar.

Maldijo todo lo que pudo, ¿porque ahora que estaba feliz junto al amor de su vida todo tenia que irse a la mierda? ¿Acaso el destino no quería que el fuera feliz? o simplemente no lo merecía?.

El de gafas se quedó quieto escuchando el llanto de su pareja, impotente cerro sus puños y fue a la habitación la cuál estaba llena de libros y rápidamente saco una caja mediana de madera.

Sacó la llave que tenía escondida entre unos libros antiguos y abrió aquella caja.

Miro lo que había en el interior de esta y se negó rotundamente a tomar todas las cosas que estaban dentro de esta.

Cerro la caja cuidadosamente y la devolvió a su lugar, se sento en el piso y se abrazo a si mismo comenzando a llorar silenciosamente, no quería que nadie se enterará.

Las horas pasaron en aquella casa y ninguno de los dos se digno en ir a ver como estaba el contrario.

El Chileno se levantó pesadamente, se acercó a la ropa con la cuál llegó el primer día y busco en sus bolsillos, sonrió levemente al encontrar una cajetilla de cigarro.

No solía fumar, era un vicio que había dejado, pero de todas maneras no le haría mal relajarse un poco de esa manera.

Salió de la casa sin querer ver a su pareja, le dolía verlo tan deprimido por su culpa.

Prendio aquel cigarro y poniéndolo sobre sus labios inhalo el humo, exhalo soltando el humo junto a todo el estrés que llevaba en sus hombros.

Fumo un cigarro, se sentía mejor, ¿porque no fumarse algunos más? Quizás le harían sentir mucho mejor.

Ya eran cerca de las doce de la noche y el joven chileno seguía afuera, solo que ya no estaba fumando, solo observaba su alrededor nostálgico.

Extrañaba cuando era pequeño y no debía preocuparse de nada, a pesar de los constantes insultos u maltratos de su padre España, su hermano siempre lo animaba, extrañaba a Mapu, desde que España lo obligó a pelear con él, no habían hablado.

Escucho la puerta abrirse y se giró a observar quien era, miro al alemán el cual se veía afligido y desanimado, le devolvió la mirada apenado, sabiendo que aquel estado de su pareja era por él.

Se levantó calmadamente y acercó posicionando sus manos en las mejillas del más alto, acariciandolas cariñosamente.

-Perdón por todas las weas que te e hecho pasar, no mereces sufrir así- dijo con dificultad, por aquel nudo en la garganta que sentía al aguantarse el llanto.

-Keine Sorge, wir werden das lösen...zusammen (No te preocupes, resolveremos...juntos)- El de líneas horizontales se encorvo para depositar un corto beso en los labios del más bajo.

- sé que no es el mejor momento... Pero quiero que tomes mi cuerpo antes que él- desvío la mirada avergonzado por lo dicho.

El de lentes solo lo miro con ternura y una leve sonrisa se dibujo en su rostro.

-Entonces vamos mein liebe- pronunció con su acento alemán y el contrario solo rio bajito.

La pareja entro a la casa y se aseguraron de dejar la puerta principal cerrada.

Suaves besos eran depositados en el cuerpo del estrellado, este solo soltaba pequeños sonidos el cuál hacían entender que lo disfrutaba.

Cada vez el Alemán bajaba más, sacando la ropa del contrario a su paso. Se detuvo a observar la grandiosa vista que poseía en aquel momento, su amado totalmente sumiso bajo su control y el con total libertad de que hacer con el cuerpo de su pareja.

Saco la última prenda del menor y miró el cuerpo de éste, lleno de cicatrices, le eran hermosas, sabía que cada una de ellas era una historia diferente y única.

Beso lentamente cada trozo de piel que pudo de su pareja y lentamente fue subiendo su intensidad.

Cortas embestidas eran dadas por el Alemán rozando ambos miembros, logrando generar suaves gemidos en el Chileno, el cuál solo se dejaba guiar.

El de líneas horizontales abrió con cuidado un cajón y de este saco un lubricante, lo que menos quería era dañar a su pareja.

Esparció el líquido sobre la entrada de su pareja y dijo.

-Me voy a poner un condon, para no tener que preocuparnos mein Kuchen-

El Chileno respondió.

-No lo hagas, quiero sentirte, desde el principio, que va, si quedo con una guagua, de todas maneras si no lo haces tú, lo hará el gringo- dijo apenado.

El Alemán lo pensó y simplemente procedió a entrar lentamente para que su pareja se acostumbrara al tamaño de su miembro.

Una vez ya completamente dentro decidió moverse lentamente escuchando jadeos por parte del estrellado.

Lentamente fue aumentando su intensidad a cierto punto en donde el Chileno gemia fuertemente a las embestidas de éste, disfrutando cada centímetro de su pareja.

La cama sonaba cada vez que ambas pieles chocaban, el Chileno solo se aferraba a la espalda de su pareja gimiendole en la oído.

Tiempo después el latinoamericano no resistió más a las embestidas llegando al orgasmo.

El Alemán logró durar más, aunque sólo un poco, al tiempo se vino y depósito su semilla dentro de su pareja, sus embestidas pararon y agitado salió del contrario.

Le sonrió tiernamente y se besaron como nunca, transmitiendo todo lo que sentían por el contrario.

Se cubrieron con las sábanas y antes de cerrar sus ojos se miraron fijamente.

"-Ich liebe dich mein Kaiser-

-Ich liebe dich auch-"

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Hallo.
Aquí esta su cap, sinceramente encontré que quedo fome :P
Pero ya se viene lo weno.
Se despide su führer.

💫×°×ꍟꌗ꓄ꋪꍟ꒒꒒ꍏ ꌗꂦ꒒ꀤ꓄ꍏꋪꀤꍏ ×°×💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora