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15

Estaba el de gafas despierto sentado en su escritorio mirando a la nada, simplemente estaba perdido en sus pensamientos.

Sonó la alarma que había puesto en el móvil, tomo el aparato y apagó la alarma, eran las cuatro y media de la mañana y aún no dormía nada.

Se encontraba preocupado por el estado de su pareja y la guerra que había comenzado en tan corto tiempo.

Sacudió su cabeza en un acto de querer despertar sus sentidos nuevamente.

Se levantó comenzando a desnudarse en su propia oficina, al quedar solo con su bóxer se observó en el espejo.

Analizó con cuidado cada una de sus cicatrices con suavidad, recordando cada historia.

Se divirtió un buen momento antes de que otra alarma sonará avisandole que en un par de minutos más debía salir junto a sus soldados.

Tomo con cuidado el uniforme de su padre y lentamente se lo fue poniendo, una vez listo se volvió a mirar al espejo y sonrió triunfante, aquellos afilados dientes del Alemán, fueron un legado del nazi.

En el corto tiempo que le quedaba tomo una hoja y sin perder tiempo comenzó a escribir. Dobló la hoja y la guardo en su bolsillo del pantalón.

Revisó la hora y viendo que le quedaban muy pocos minutos para irse a la guerra caminó a la habitación del británico, necesitaba darle aquella carta.

Noto que la puerta no estaba cerrada completamente, así que solo la abrió, visualizo a su pareja durmiendo con el inglés, sintió un poco de celos pero aquellos se desvanecieron al recordar que el británico tenia pareja.

Se acercó intentando no meter ruido con tal de no perturbar el sueño de los demás.

Saco la carta de su bolsillo y la dejo en la mano del estrellado.

Beso suavemente los labios de este antes de irse, una vez en el marco de la puerta se giró observando a ambos dormidos tranquilamente.

Cerro la puerta tras salir.

Suspiró y caminó hacia la salida del recinto en donde un avión lo esperaba para ir a la guerra.

Sabia que no era necesario que el saliera a luchar, pero era su pueblo y necesitaba descargar aquella ira de alguna manera.

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En x lugar.

Habían varios países reunidos, escuchado atentamente las cosas que decía el gringo, a pesar de que su español no fuera el mejor, necesitaba que le entendieran sus ofertas.

El argentino escuchaba al Gringo hablar y distraído jugaba con su lápiz, unas manos sobre sus hombros lograron hacer que se sobresaltara Y pusiera total atención al estadounidense el cuál se encontraba detrás de él.

-Oh Argentina, I know que tu aún sufres por tus queridas Malvinas, Inglaterra nos ha quitado tanto a ti como a mi, ¿No sería genial tenerla de vuelta?- susurró en el oído del país con un sol.

Argentina trago nervioso.

-Ambos ganaríamos- dijo confiado el de lentes oscuros.

El de líneas horizontales soltó una risita. El gringo hizo lo mismo.

Por fin podría traer a las Malvinas de vuelta después de aquella guerra con Inglaterra, pero Chile, ¿que pasaría con el? A pesar de que este no estuvo en el mismo bando que el para esa guerra, le había tomado muchísimo cariño.

El gringo volvió a su postura normal hablando sobre los privilegios que obtendrían si estaban de su lado.

Mientas que el argentino miraba el papel que estaba sobre la mesa y tembloroso firmó.

"Argentina entra como aliado de EEUU"

El gringo sonrió de lado al ver lo que había hecho el contrario y continuó hablando.

Alardeo de su gran tecnología bélica y de sus magníficas bombas. Japón al oír bombas firmó al instante, no tenía ni la menor intención de que le pasará lo mismo que su madre.

Se encontraban varios países en aquella reunión pero muy pocos firmaron a estar a favor de aquella guerra, muchos simplemente no querían entrar en una.

El argentino miro a su lado contrario al ver como Bolivia firmaba seguro y como Perú no quería involucrarse en otra guerra mucho menos siendo aliado de Bolivia.

Recordaba la guerra del Pacífico en donde Perú entro con tal de ayudar a Bolivia pero este renunció en la mitad de la guerra dejándolo solo contra el Chileno, el cuál logró tomar hasta Lima, amablemente el Chileno le devolvió parte de su territorio.

Al parecer muchos otros países se mantuvieron indiferentes frente a todas las ofertas que ofrecía el norteamericano, entre ellos países estaba el Brasileño.

Brasil tenia claro a que país apoyar y sabia que no era el gringo, su relación con el Chileno era una de las mejores, incluso había firmado un contrato de que si sucedía una guerra en donde atacarán a Chile, este sería su aliado.

El brasileño se levantó se su silla dejando a todos los demás presentes observándolo.

-Me desculpe, mas este não é o meu lado (perdón, pero este no es mi bando)- tomo su saco y abandono la sala dejando a todos los demás observando atónitos.

El gringo continuó hablando como si aquella interrupción nunca hubiera pasado.

Hubieron varios países los cuales accedieron y firmaron engolosinados por tantos privilegios que tendrían, pero varios solo observaron con asco al norteamericano cuando este trató de "comprarlos" o "convencerlos".

Todos los presentes abandonaron la sala, muchos felices y otros serios u enojados.

El argentino no entendía como algunos no firmaron, si como dijo Estados Unidos.

"Todos ganamos en esta guerra"

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Bueno, aquí otro cap.
No agregaré mucho, solo diré que me siento horrible.
Cuídense.