"The Pharaoh's Curse: Miraculous Ladybug {Marichat/Adrinette} (AU)" ||+18||

III: Voices From Beyond

La sombra se dirige a toda velocidad hacia el palacio oculto en las pirámides, se dirige a los aposentos de las princesas, puesto que algunos esclavos le ha dicho que el faraón se encuentra con ambas jóvenes momias quienes han sido mandadas a despertar al igual que varios sirvientes que se encargan ahora mismo de restaurar todo el palacio.

Al llegar hacia la puerta toca un par de veces, esperando la orden de que pueda pasar, se nota completamente desesperado por hacerle saber las noticias a su faraón.

— Adelante.

Se escucha hablar a uno de los esclavos y rápidamente pasa corriendo directo al salón donde se encuentra el faraón sentado en su trono, las dos princesas están a su lado siendo atendidas por sus esclavos, ya que como recién han despertado de esa larga siesta, les es extraño acoplarse a ese nuevo entorno. Bueno, a la rubia de las dos, ya que siempre fue una diva que se respeta, y no le importa ser atendida, mas que la japonesa simplemente espera paciente pero con su mirada dura, como siempre la tuvo durante milenios.

— Majestad, majestad le tengo noticias — la sombra que en realidad era uno de sus esclavos se hace presente ante el rubio faraón

— ¿A que se debe tu inesperada aparición ante mi presencia? — pregunta con tosquedad - ¿Tienes noticias sobre cadáver de la traidora?

─ Es exactamente eso mi faraón ¡La he visto! ¡La encontré! ─ exclama eufórico, aún sin poder creerlo él mismo

─ ¡¿Que tu que?! ─ abre los ojos la rubia de ojos azules ─ ¿Entonces si encontraste la tumba de Ladybug?

— No exactamente - niega - ¡A lo que me refiero es que la princesa Ladybug está viva! ¡Ha vuelto a la vida!

Ante eso dicho todos en el palacio se quedan perplejos y más el faraón rubio ¿Acaso escucharon bien? ¿Que la "traidora" está viva? ¡Eso es imposible! aunque claro si ellos regresaron del mundo de los muertos, cabe la posibilidad de que lo que dice, aquel esclavo fuese la verdad misma

─ Será mejor que no estés mintiéndole a tu faraón ─ señala la princesa japonesa de cabello azabache, con los brazos cruzados ─ ¿En donde viste tal verdad con la cual afirmas sin miedo? ¿Está cerca del desierto?

— Es mejor que lo vean por si mismos con esto que encontré - les entrega una especie de artefacto, con una pantalla que señalaba una imágen.

El rubio lo toma con extrañeza examinándolo por todas partes, sin entender.

─ ¿Pero que clase de espejo es este? ─ cuestiona la rubia impactada

─ Tal vez es un arma, para distraer al enemigo ─ supone la ojiambar observando el dispositivo

─ ¿Para que me entregas esta cosa? ¿Qué es y para que motivo sirve? ─ le pregunta el rubio, metiendo el objeto a la boca, puede y sea comida.

Pero tal vez y sólo tal vez, no lo sea.

─ Es un teléfono celular mi señor

─ ¿Celu-que?

─ Celular mi faraón ─ responde algo asqueado ─ Es un objeto que sirve para comunicarse con otras personas, considerando que han pasado 50 siglos Egipto cambió demasiado, y es por eso que apenas nos acoplamos a este ambiente, permítame el celular para encenderlo y mostrarle que la princesa esta viva, sólo que es lo opuesto a lo que alguna vez fué ─ murmura esto para si mismo

El faraón de mala gana con el celular en mano, aunque con algo de saliva se lo entrega a su esclavo, quien oprime un botón para encenderlo y accesar a la aplicación de video y pulsar un video donde justamente sale la ojizarca detrás de unas pirámides, él, las otras dos princesas y los demás lo observan con atención.