Después de Itazura Na Kiss

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Konomi no podía creerlo, el hombre que más amaba en esta vida le estaba pidiendo matrimonio, habia dicho que la amaba ¿Habia muerto y estaba en el cielo? No, la mano de Yuki sobre la suya le decía que no era un sueño ni estaba muerta. Yuki quito su mano y la dejo de mirar a los ojos, había tardado demasiado en contestar.

-Si estoy yendo muy lejos...lo siento yo...-Dijo Yuki sin verla a los ojos, estaba apenado –

-No es eso Yuki, es solo que ....me sorprendiste -Respondió Konomi un tanto sonrojada- Si, mi respuesta es si.

Yuki pensó que se le había parado el corazón en ese preciso momento, había pensado que había ido muy lejos, que estaba siendo muy atrevido y que Konomi lo dejaría esa misma noche, pero no, le estaba dando es si ¡Le estaba dando es si! Yuki no cabía de felicidad tanto que estaba apunto de llorar, pero, cuando se dio cuenta Konomi ya le había nadado, estaba llorando y riendo al mismo tiempo.

Ambos jóvenes reían ante la felicidad tan inmensa que sentían, al final de la noche recogieron los utensilios que usaron para cenar y se dispusieron a ir a dormir, ambos en la cama de Yuki, abrazados durante toda la noche. Pero no se esperaban que los padre de Yuki , Irie y Kotoko llegarían al día siguiente y todo por un percance, Yuki maldecía cuando su madre entro a su cuarto y los vio, los quería casar ese mismo día diciendo que ya había sucedido la "luna de miel" , dios mio, en primer lugar, eso no era cierto y en segundo lugar ya estaban comprometidos .

Durante esa mañana la pareja no se libro de las bromas y Kotoko y las miradas de Irie que no hacían más que poner nervioso a Yuki y más aun porque reía ante los comentarios de Kotoko ¡Qué descarado! No había pasado la noche anterior, su hermano había cambiado demasiado y ahora lo estaba sacando de sus casillas.

Cuando Konomi y Yuki se dirigieron a la escuela, lo hicieron tomados de la mano y sonriendo, toda la gente estaba sorprendida cuando entraron a la universidad, casi nunca se les veía asi, por no decir nunca y lo más llamativo de todo eran los anillos que portaban, las chicas no paraban de cuchichear y los hombres no paraban de lanzar miradas sorprendidas pero eso, a ellos no les importo y siguieron su camino hasta que se toparon con quien menos querían ver.

Nobu estaba frente a ellos, viendo sus manos entrelazadas y los anillos que compartían, parecía triste, pero eso no detuvo a Yuki para acercarse a el, Nobu fue el primero en hablar mientras Konomi solo podía mantenerse al margen de la situación. ¿Qué es lo que quieres?- Dijo de forma altanera- ¿Golpearme? Adelante, hazlo...

-No, no vales la pena-Dijo Yuki como siempre en apariencia calmado pero con ganas de matar a Nobu- solo quería decirte que te alejes de ella.

-¿Por qué habría de hacerte caso?

-Porque es mi prometida y si te vuelves a acercar a ella no respondo- Yuki se sintió feliz al ver la cara desencajada de Nobu al escucharlo-

Yuki se dirigió a donde estaba Konomi, la tomo de la mano y se tomaron camino hacia el salón de Konomi dejando a Nobu sorprendido y triste, jamás pensó que Konomi se quedaría al final con ese tipo pero ya parecía que nada podría hacer para cambiarlo.