"No me quiero ir"
-Acaso no te dijo tu amiguito- río en carcajadas-me perteneces emilianna
-no... ¡no!
-¡nooo!
-¡no!-Desperté sofocada y sudada había sido una pesadilla, ya había amanecido y tenía un dolor de cabeza insoportable. La radiante luz del sol se colaba por la ventana de mi habitación iluminándola y causando que mi dolor de cabeza crezca haciéndome apretar los ojos liberando un gruñido.
Era viernes y no pensaba ir al instituto, ya estaba muy tarde para eso aparte de que no tenía ganas, solo quería quedarme encerrada en mi habitación sin nadie que me molestara.
Mi madre entró a mí recamara con una gran bandeja en los brazos llena de diferentes platos que conformaban mi desayuno favorito: café con leche caliente, sándwiches con mermelada de fresa y jugo de naranja.
-Buenos días cielo- intente sonreírle pero me quedé en el intento como dicen.
-mira lo que te preparé, espero que te lo comas todo.
-se ve... muy rico madre, gracias-contesté conteniendo las náuseas que sentía-
- ahora me tengo que ir a trabajar. -depositó un beso en mi mejilla- te amo -y se marchó-
Luego de que mi madre se marchó, intente ingerir el desayuno, pero solo bastó una mordida al sándwich para que las náuseas provocaran dirigirme al baño a gran velocidad y vomitar, no me sentía nada bien y menos después de haber tenido esa horrible pesadilla... se sintió tan real.
(...)
Luego de unos minutos con la cabeza recostada sobre la tapa del inodoro, me sentía sin fuerzas y todo a mi alrededor daba vueltas. El timbre de la puerta principal sonó pero lo ignoré, me sentía muy mareada y frágil por el hecho de haber vomitado incluso lo que no había comido, pero eran tan insistentes con el timbre que no pude seguir ignorándolo así que me dirigí hacia las escaleras sosteniéndome de las barandillas para intentar no caer, en el momento en que abrí la puerta que pude observar la figura de la persona tan insistente e irritante que esperaba del otro lado, me sorprendí. Era él, *** ¿qué hacía aquí? ¿No se supone que debe de estar en el instituto?
-vueles a vómito- dijo este, estudiándome con la mirada.
-que forma tan original de saludar, ¿qué haces aquí?- cuestioné
-que forma tan original de tratar tus visitas.- voltee los ojos hacia arriba.
-¿no deberías de estar en el instituto?-cuestoné
-¿No deberías tú también estar en el instituto, emilianna?-devolvió mi pregunta en forma de respuesta, no respondí.
-Anoche te estuve llamando y no respondiste, así que quise venir a asegurarme de que estabas bien pero veo que me equivoqué.
Le iba a responder cuando por causa de un mareo casi me caigo pero logre sostenerme del umbral de la puerta balanceándome un poquito hacia delante.
-¡Dios! ¿Qué te sucede emilianna?
-Vomité mucho
-Vamos dentro tienes que ducharte y comer algo-dijo este acercándose y sosteniéndome con sus brazos y nos dirigimos a mi habitación, con ayuda de mis indicaciones mostrándole hacia donde se encontraba ya que él nunca antes había estado dentro de mi casa, me sentó en la cama para adentrarse al baño y al cabo de unos min regresó
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Cenizas de un amor belicoso
RomanceEmilianna Beltré, una joven desdichada que solo se dedicaba a arruinar su presente y futuro con cenizas de un amor pasado y la desgracia que este arrastró, pero... por suerte, siempre hay un ángel por ahí. queda prohibida toda copia o adaptación de...