El sueño de dos colonos

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Xein

Ya hace 5 años que empezó. Años en los que todas la noches, aunque no siempre me acordase de ellas, soñaba con esa chica. Años tras los cuales dejé de preocuparme por lo que sería, porque en verdad ya sabía lo que era.

A pesar de ser ya normal para mí, aunque el resto de mi familia no lo supiese, no quería que se preocupasen, siempre intentaba hablar con esa niña que me miraba desde el bosque que siempre tenía delante. Pero nunca logramos decir nada, ni una palabra, ni un sonido, nada.

Hasta ese día. Ese día del que mi boca salieron palabras, ese día en el que ella me lo explicó todo. No volvió a pasar, pero me bastó para comprender algo.

Ella estaba en otro planeta, uno no contaminado ni completamente inundado. Uno en el que volverían a empezar, en el que la raza humana tendría su segunda oportunidad. Habían llegado allí hace unos años, esa chica ya había nacido en ese nuevo mundo, lleno de naturaleza y nuevas especies de animales que habían evolucionado y que podrían substituir a las que antes tenía la tierra en abundancia.

Ella me pidió que fuese, sabía que iba a morir si no lo hacía. Ahí decidí qué haría con mi futuro.

Estudiaría en una buena universidad, seguramente ingeniería aeroespacial, y llegaría hasta ella, hasta ese nuevo planeta en el que podría vivir como antiguamente se hacía en la Tierra.

Se dice que en ese mismo sistema hay otro planeta que podría ser habitable. Lo comprobaría y llevaría allí al resto de la raza humana. Se repartiría entre los dos planetas, así tendrán más espacio y habrá menos posibilidades de contaminación. Además, ya tenían la suficiente tecnología como para empezar de una manera sostenible, usando desde un principio energías renovables y ecológicas.

Tenía que intentarlo, y sabía que ella me ayudaría. Si no fuese así no me habría llamado, no me lo habría dicho todo.

Desde ese momento empezaría a esforzarme en serio en la escuela y lograría construir una nave lo suficientemente potente como para viajar 11'9 años luz en menos tiempo del que en ese momento era necesario. Pero necesitaría ayuda. Y no sería fácil encontrar a alguien que me creyese.