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__Me gusta, doctora Alexis.

Ella simplemente coloco las manos en su pecho y se acercó a él, estaba a escasos centímetros de sus labios y susurro.

__Mientes.

Se separó y paso a su lado, ese acto lo sorprendió, la detuvo y la apego nuevamente a él.

__No miento.

__Se muy bien cómo eres.

__ Estas equivocada –se acercó a sus labios, pero se detuvo- nunca miento, mami.

__No me digas, mami.

__ ¿Y que si lo hago?

__Hay muchas cosas que no sabes de mí, Gabriel.

__Es por eso que me encantaría saberlo, mami.

La tensión sexual en el ambiente era gigantesca, la mezcla de deseo, compromiso, lujuria entre ambos, arraso. Gabriel la tomo de su cuello y termino de cortar aquella distancia que había entre ellos dos, Alexis golpeo su abdomen con su puño.

__Eres un idiota como todos.

Pero él volvió al ataque, la resistencia que ella ponía en sus brazos, lo excitaba más, pero poco a poco, fue correspondiendo a ese furioso y voraz beso. Gabriel abrió su boca para poder meter su lengua, saboreo así cada parte de su boca, sus lenguas se encontraron dentro, danzando de una manera apasionante. Sus labios eran carnosos y suaves, una intensa agonía lo invadió. Se separo de ella, a ambos se le podía notar el deseo en sus ojos, con sutileza deslizo aquella bata blanca que llevaba puesta, comenzó a desabrochar cada botón, dejando al descubierto su pecho, vio su sujetador de encaje rojo, del cual sobresalían sus senos, dejo un beso en su cuello y comenzó con el recorrido de su lengua hasta estos, era mucho mejor de lo que se había imaginado, su miembro iba a estallar. Ella también empezó a quitar su camisa, pero Gabriel inicio a soltar su cinturón, luego sus manos bajaron al botón del pantalón de Alexis, poco a poco lo fue deslizando hasta que ella quedo en ropa interior, la observo de pies a cabeza, "Sinceramente es hermosa" pensó. No lo dudo y acerco su boca a la de ella, comenzando así, una nueva batalla. Gabriel ya no podía con su dolorosa erección, así que termino de sacar su pantalón y bóxer, giro de manera especial a Alexis, deslizo sus bragas hasta sus pies, dejando besos en sus piernas, la rodeo y empezó a descender sus manos hacia su vagina, mientras que ella sentía su masculino cuerpo detrás de sí; llego hasta su clítoris, y lo toco eficazmente, subiendo y bajando por sus labios. Con la otra mano ágilmente desabrocho su sujetador, acaricio sus senos y pellizco el pezón derecho con fuerza. Sintió como tembló en sus brazos.

__Estas muy húmeda, Alexis. –Su voz era ronca-

Odio que me gustes.Where stories live. Discover now