❮Solo un iluso❯ Fell!Poth

Capitulo 2

—¡Lotus! ¿Qué tanto haces ahí adentro?

Abrió sus cuencas al escuchar los golpes en la puerta, se había quedado dormido.

Antes de poder moverse de su lugar, Rurik ya había interrumpido en la habitación, genial, por lo menos no estaba desnudo o algo. Aunque... ¿Eso importaba?

Permaneció quieto en la cama, parece que no podía levantarse, se sentía tan pesado.

—Cámbiate por lo menos —A regañadientes el contrario tomó de su brazo y lo obligó a sentarse en la cama.  

—Bien —Como había dicho anteriormente, no le importaba si se cambiaba delante del más alto, son amigos después de todo, algo así.

Rurik no se inmutó al ver a Lotus sin su polo puesto, pensó que debía fijarse si tenía todas sus cosas en su mochila, una excusa para darle privacidad al de baja de estatura.

—¿Terminaste? —De reojo observó al contrario.

—Sí, ya —Doblaba su ropa sin ningún apuro, mañana sería un nuevo día, ya no tendría ataduras o alguien que siempre este dándole órdenes.

Muy concentrado en ese tema que se perdió por un segundo, cuando alzó su mirada queriendo buscar la realidad de nuevo, se encontró con la mirada del contrario en él. Fue tan abrupto que no supo reaccionar.

—Voy al baño —El de orbes de estrellas se retiró al verse descubierto.

—Bien —Sonrió de forma amarga una vez estuvo solo.

Era cruel este sentimiento con él, lo torturaba más y más, dolía tanto que llegaba a dejarlo indefenso y cansado.

...

Se preguntaba si el más alto dormía, se encontraba de espaldas así que no podía ver si lo estaba o no.

Se abrazó a sí mismo para darse calor, en las noches siempre hacía tanto frío.

Se removió un poco entre las sábanas y soltó un diminuto suspiro. Esta situación era extraña.

Cerró sus cuencas, se esforzó en dormir, en descansar para que al día siguiente esté preparado, cualquier cosa podría salirse de sus manos.

Pero una vez que entras en el mundo de los sueños, no tienes el control de lo que pasa.

Alguna vez se aferró a un cuerpo ajeno al suyo, uno que nunca quiso separarse desde ese día. De su boca salía tantos suspiros, su rostro estaba completamente sonrojado, por parte del contrario no podía escuchar nada, estaba tan absorto en experimentar tal acto tan impuro que hacían los dos.

Rurik fue su primera vez en todo. Se lamentaba mucho de eso.

—Lotus.

Sintió un tacto en su pómulo, con las cuencas entrecerrados pudo divisar al frente suyo a Rurik.

Somnoliento se encontraba, lo único que pudo es aceptar la caricia en su pómulo derecho y el abrazo del contrario luego de unos minutos.

De nuevo caía en aquel juego, del que pudo salir con dificultad hace años.

¿Lo planeaste, Rurik? ¿Sabrías que sería de nuevo un completo iluso?

Se reía de su lamentable ser, era un completo idiota, muy rápido podían manipularlo, lo peor es que su mejor amigo era el único que sabía aquello, y lo aprovechaba extremadamente bien.

Lo reafirmó cuando se posicionó encima suyo, las manos del más alto se aferraban a él, tan fuerte y posesivo.

No lo amaba, aún teniendo en cuenta ese hecho, no puso ninguna fuerza para hacerlo parar.

Nunca podría llegar a la altura de las varias chicas con las cuales se había acostado el menor.

Era inservible, realmente no sabía si la mirada del contrario era de pena, si fingía sentir placer al estar a su lado. Se preguntaba si la primera vez que lo hicieron no estuvo fingiendo cada expresión, cada "te amo".

¿Por qué siempre tenía que ser el que caía en su redes de las cuales eran tan imposibles de escapar?

¿Por qué tenía que ser el que daba todo de sí para luego ser rechazado?

—¿Lo haz hecho con alguien más?

Las pequeñas lágrimas que habían en sus cuencas fueron limpiadas con suavidad por las falanges del contrario.

—N-no... —Odiaba admitirlo, siempre pensaría en Rurik, nadie más que en él, qué lástima que el contrario no sentía lo mismo.

—Me alegra oír eso —Rió divertido, no importaba cuanto tiempo pasará, Lotus sería suyo, a pesar de todo...

—Recuérdalo... —Cerrando sus cuencas desvío la mirada, puso sus manos en el pecho del menor queriendo alejarlo— Ese día lo dejaste muy en claro, esto no pasaría de nuevo ¿Lo recuerdas, verdad?

—Por supuesto —Fue el que terminó aquello hace años, por eso mismo podía olvidarlo solo por esta noche— Puedes pensar en la mañana que esto nunca ocurrió, como esa vez, Lotus.

Tembló al sentir pequeñas lamidas y mordidas en su cuello, estaba aprisionado por Rurik. Las cálidas y suaves caricias lo hacían encogerse en su lugar.

Hasta que una mano invadió dentro de su short, eso fue suficiente para que apartará con toda la fuerza que tenía al más alto.

—¡B-basta!

Sus manos fueron sujetas por el de orbes de estrellas, él intentó besarlo a la fuerza, sentía la necesidad que tenía el contrario de hacerlo, de volver por un momento al pasado.

Pero simplemente no podía pasar, se negaba a ilusionarse otra vez.

—Veo que vas en serio —Con lentitud fue soltando sus manos y se separó del mayor— Somos amigos de la infancia, nunca te haría daño ¿Lo sabes?

—Deje de creer en ti desde mucho, Rurik.

Lotus salió de la cama apurado y nervioso, necesitaba despejar su mente. Y el más alto no trató de detenerlo.