❮Solo un iluso❯ Fell!Poth

Capítulo 10

Habían empezado un noviazgo luego de ese día.

Y las cosas en verdad cambiaron.

Rurik solo tenía su vista puesta en él.

Talvez no eran la típica pareja que se daba cariño todo el tiempo y se comportaban de forma melosa cuando tenían chance, pero eran conformes con la relación que llevaban.

De igual forma, cada uno seguía enfocado en lo suyo y una que otra vez se metían en sus asuntos tanto personales como académicos.

Además decidieron que ninguno de los dos iba a decirle algo a sus respectivas familias sobre el hecho de que son pareja.

¿La razón?

Pues... Simplemente porque no querían dar explicaciones, y tampoco es que a sus padres les tomé importancia seguro.

Lo importante es que ellos se querían.

Aunque no podía evitar desconfiar en el más alto.

¿Y si esto no iba en serio?

Desde pequeño, nunca creyó en los felices para siempre e incluso ahora...

Seguía sin creer en ellos.

¿Un ejemplo?

Pues sus propios padres.

Y sí, quizás esté imaginándose un mundo solo para atormentarse y no ser feliz.

Pero, ya sabes, los hijos al final cometen los mismos errores de sus padres, no en todo los casos se da, lo sabía... 

—¿En qué tanto piensas? —Pregunto Rurik acercándose al sofá donde estaba sentado.

—En nada —Cerró el libro que estuvo viendo por un hora al estar perdido en sus pensamientos.

Por andar despistado en lo que ocurría a su alrededor, no pudo notar como el contrario se acercaba y una vez junto a él, fue cargado.

—¿Qué demonios haces? —Cuestionó al menor con el rostro sonrojado.

—Nada —Sonrió con picardia y acercó su rostro al del ajeno.

—Ya deja de actuar como un idiota —Uso el libro como un escudo para evitar más el acercamiento— Ya bájame.

—Lo que tú digas.

Al final no le hizo caso así que tuvo que recurrir a moverse como pez fuera del agua para que lo soltará.

Fue libre, pero no por mucho tiempo pues el más alto lo abrazo por detrás.

Lo estaba casi ahogando.

Puede ser que aún no entendía el sentimiento de querer a persona cerca tuyo todo el tiempo.

O eso pensaba Lotus.

Rurik simplemente necesitaba al mayor a su lado solo porque sí, pues de esa manera ha sido desde que se conocieron.

Tomó del mentón a Lotus y lo besó sin preguntar.

El de capucha por casi obligación tuvo que corresponder aunque no pudiera seguirle el ritmo.

Estaba indefenso ante el de ojos de estrellas.

Y aquello... no le gustaba.