Quise hacer una parodia... y resultó en esto. Lamento si lastimo susceptibilidades, porque destruyo tramas y personajes.
Algo se gesta en Forks. Fuerzas supremas envían un emisario para hacerse cargo.
Harry se despertó terriblemente caliente. Como si tuviera fiebre. Abrió los ojos para ver un techo que no reconocía. Alto y de madera rojiza. Entonces, miró alrededor. ¡Estaba rodeado de la manada!
-Oigan, chicos.
Un joven quileute abrió un ojo y lo miró.
-¡Estás despierto! –gritó, despertando a todos.
-Seth, acabo de cerrar los ojos. –se quejó Paul detrás suyo.
-¿Cómo te sientes? –le preguntó Leah del otro lado.
-Caliente.
-Uy, eso es muy... gráfico. – se jactó Jared, subiendo y bajando las cejas con una sonrisa socarrona, que Leah borró de un sopapo.
-¿Por qué sentí la necesidad de estar junto a ti? –preguntó Quil joven.
-Porque en mí reside una fuerza que es tanto protectora como destructora. –dijo Harry sentado, hablando con seriedad. –La manada me apoyará y cuidará en momento de necesidad durante mi estadía aquí, en Forks. No se preocupen, no será por mucho tiempo.
-Oh, pero yo no quiero que te vayas. –se quejó Seth, estirándose para abrazarlo.
-Yo tampoco. –dijo Quil.
-Ni yo. –murmuró Leah.
-¡Oh, mis cachorritos! ¡Abrazo grupal! -Harry extendió sus brazos.
Y todos se tiraron encima de él para llegar al abrazo.
Alguien aplaudió en la entrada.
-Bien, dejen a nuestro invitado para que se asee y nos acompañe a comer. –ordenó Sam.
-Sí. –dijeron algunos.
-¡Comida! –gritaron Seth y Jared.
-Leah. –llamó Harry. –Quédate un momento.
Todos salieron, dejándolos solos. Harry arrimó más la sábana con la que lo habían cubierto. No le preocupaba su propia desnudez, pero había una dama frente a él.
-Sé que esto es duro para ti. –Leah bufó sin poder evitarlo. -¿Tu padre está bien?
Ella bajó la cabeza.
-Sí, aunque se lamenta por lo que nos hizo.
-Lo sé. Lo entiendo. A veces por testaduros, involucramos a los seres que más nos importa. Pero lo hecho, hecho está. Ahora debes ajustarte a esta realidad. Lamento decirte que tú serás el soporte de tu familia.
-¿Qué?
-Tu padre ha comprado tiempo, Leah. Lo siento, pero no le queda mucho. Tu hermano es aún joven...
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("No, ¿en serio?")
-Tu madre será tu apoyo. Sé que no quieres a Sam como Alfa... -ella iba a protestar, pero Harry levantó su mano. –Jacob es el verdadero Alfa de la reserva, pero no está listo. Entonces, quiero que aprendas todo de Jared y Paul. Tú y tu hermano serán sus Betas cuando llegue el momento.
