Traslado

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¡Y porque es fin de semana, 2x1!

Capítulo 10

Los Cullen estaban sentados en su living, esperando. Hacía cinco minutos que esperaban.

-¿Cuándo piensan venir? –se quejó Emmet.

-No es cuándo vamos a venir... -sorprendió Harry detrás de ellos. –sino cuándo nos piensan atender.

Todos los vampiros se dieron la vuelta y vieron al joven extraño con los ancianos de la reserva y un joven alto. No los habían olido ni escuchado.

-¿Cómo...? –comenzó Carlisle.

-Seriamente, ustedes se viven quejando del olor de cada uno. –se encogió de hombros. –solo cubrí el olor y otros ruidos.

-Bien... -Esme se enderezó y esbozó una sonrisa cálida. –Bienvenidos.

-Gracias. -respondió Harry adelantándose y dándole la mano jovialmente. -Lamento la molestia. Ahora, si tuvieran una superficie donde apoyar los planos...

No se habían dado cuenta que el joven venía vestido como un arquitecto en una obra. Con casco amarillo y rollos bajo el brazo.

(Imaginen un casco y planos bajo el brazo y tienen la idea)

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(Imaginen un casco y planos bajo el brazo y tienen la idea)

-Por aquí. –indicó Carlisle, llevándolos al comedor.

-Muy bonito, con esas sillas estilo nórdico lo hace muy moderno. –elogió Harry.

-¡Muchas gracias! -contestó Esme.

-Bien. Por favor, Señor Cullen, en representación de los arrendatarios, y Señor Black en representación de la propietaria, la reserva Quileute, acérquense para que puedan aprobar la nueva localización.

Por unos diez minutos, los tres estuvieron hablando en murmullos, tomando decisiones de límites y lugares permitidos. Cuando hubieran finalizado dicha conversación, cada líder se dirigió a su grupo de origen.

-Bien, ya las partes han declarado estar de acuerdo con el nuevo tratado que queda efectivo en este mismo instante. -anunció Harry.

Con un chasqueo de dedos, la casa, con todos dentro, cambió de lugar.

Con un chasqueo de dedos, la casa, con todos dentro, cambió de lugar

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