Por Qué Te Fuiste (Lance Mcclain × Lectora) [Voltron]

IV

- Eres real - fue lo único que dijiste, antes de lanzarte hacia él y abrazarlo haciendo que cayera de nuevo- Pensé que no te volvería a ver.

- Yo tampoco. - dijo correspondiendo.

Habías olvidado todo a tu alrededor, aún seguías sin creer que el en verdad estaba ahí contigo, entonces en un momento te detuviste.

- Espera... ¿Tú qué haces aquí?- preguntaste separando te de el de golpe.- ¿Cómo carajos llegaste hasta aquí?

- Te preguntaría lo mismo.

- Fui a vera Shiro, para luego oir por toda la academia que no estabas ¿pero sabes que fue peor? Verte a ti mismo piloteando aquella cosa gigante.

- Disculpen que interrumpa este extraño reencuentro,- hablo el de la banda anaranjada.- pero siento que nos estamos perdiendo de algo.

- Creí que era el único.- habló el del mullet.

- Siento que hay una gran historia detrás de todo esto pero no creo que sea el momento más adecuado.- hablo Reenav teniendo la razón.- Por favor sigan por aquí, y Laurens ¿Te importaría quedarte afuera por esta ocasión?

- No hay problema.- hablaste, incluso antes de que ella hablara ibas a preguntarle por lo mismo.

- Bien, por aquí paladines. Haré que coloquen a sus leones en el hangar de las naves por seguridad.

- Yo me quedo con ______.- hablo el cubano interrumpiendo.

- Lo siento Lance, pero necesito que todo el equipo este en esto.- hablo el pelinegro posando se mano en el nombrado.- Quizá después de esto puedas hablar mejor con ella.

- Está bien Shiro.- comentó con un tono triste.

Por un momento pensaste en ir a tu habitación, pensaste en meditar ahí, algo que solo hacías cuando creías que podrías explotar en cualquier momento, cuando llegaste por primera vez con los rebeldes estos te encerraron por creer que eras parte del equipo Galra y tuviste un ataque de ira con el cual te destruías a ti misma.Lo pensaste dos veces y recordaste a tu compañero de cuarto, realmente no querías estar ahí, así que decidiste ir hacia donde estaban los leones quienes ya habían colocado dentro de la base, querías volver a verlos ya que aún seguías sin entender aquella sensación que sentiste cuando viste a uno de ellos.

- Hey, ¿no vienes a la reunión?- preguntó uno de tus compañeros.

- La líder me pidió que me quedara fuera por ahora..- dijiste con una media sonrisa.

- Oh bien, al parecer quizá se queden los paladines de Voltron para la cena ¿¡Sabías que dicen que uno de ellos puede hacer maravillas en la cocina!?- comentó con una sonrisa.

- Espera ¿Hasta la cena?- dijiste mirándolo confundida.

- ¡Si! ¿No es genial?- hablo y se fue.

- Si... Maravilloso.-comentaste en voz baja con sarcasmo.

Caminaste hacia el hangar y por fin estabas completamente frente a frente con aquella magnitud de nave.

- Realmente son gatos gigantes.- hablaste para ti misma.

El lugar estaba vacío, todos ya habían terminado sus turnos y se habían ido, por lo que tenías todo el espacio para apreciar aquellas máquinas.
Observaste a cada uno con suma delicadeza, inspeccionando cada simple detalle, aún no podías creer que se pudieran unir para la creación de algo mucho más grande. En un momento tu mirada paso por los ojos del león de color negro, sentías como si este te observara de igual manera. Decidiste sentarte en el suelo frente a él y meditar, al final de todo no ibas a desperdiciar aquella tranquilidad, sacaste un pequeño reproductor de música con auriculares, te los colocaste y cerraste los ojos.