Recados

Tercer recado: Esto no es un recado, jefe, ¿por qué no estoy trabajando? (?).

Su celular vibró tres veces. Era fácil ignorarlo, bueno, debía ignorarlo porque estaba en clases y no era correcto ver mensajes.

Entonces su mejor amigo, que se ubicaba dos puestos a su lado, lo miró desconcertado.

¿Por qué DongYeol haría eso?

Entonces otra notificación cayó haciendo que mirara con disimulo el remitente.

Era Bang Minsu, su jefe.

Por supuesto.

Suspiró ignorando los mensajes por el momento volviendo su atención a los ejercicios.

Tenía planeado desatenderse de todo lo referente al trabajo en su tiempo escolar pero era curioso. Minsu no solía escribirle mucho así que apenas finalizó la clase se tomó unos segundos para leer.

"Hoy es viernes así que haremos algo nuevo".

Raro.

Guardó su teléfono de una vez sin responder. Aprendió que Minsu no necesitaba de algo tan mundano como una respuesta. Él daba por sentado que obedecería y, maldición, era así, lo haría porque era un empleado modelo.

Saciada su duda se sorprendió al notar que su amigo no había ido a su lado aún, esto sí que era algo raro.

¿Había ido al baño quizás?

Empezó a creer que algo sí estaba ocurriendo con su mejor amigo cuando apareció solo segundos antes del inicio de la última lección para desaparecer con técnicas dignas de un ninja de Konoha apenas ésta terminó.

¿Qué se supone estaba pasando?

Guardó sus cosas con rapidez, no importándole si rompía algo en el proceso. DongYeol era su única preocupación ahora mismo.

Al apurar el paso solo podía pensar en el tiempo que pasaban juntos desde que trabajaba. Si bien cancelaba más de lo normal sus salidas en la semana aún se veían los fines de semana y continuaban yendo juntos a sus casas.

¿Debería indagar sobre lo que sucedía?

¿Tal vez se le escapó algo sin darse cuenta?

Estaba seguro que estaba generando una tormenta en un vaso de agua. Llevaba mes y medio de trabajo y si bien era algo más pesado de lo que imagino estaba equilibrando sus responsabilidades de manera magistral. Incluso aprobó sus exámenes.

Ignoró ese pequeño dolor que nacía en su pecho al recordar que a pesar de verse en la escuela no estar pegado a DongYeol como de costumbre le generaba un vacío helado en su ser.

-¡Yeol, espera!

No se iba a poner a hacer una escena en la escuela por lo que al alcanzarlo se lo dijo de esa forma en la que ellos se comunicaban: con grandes ojos de cachorro, golpecitos en el hombro y miradas fijas.

-¿Somos amigos Hwannie?

DongYeol se oía tan miserable al decir eso que ese mismo vacío en su interior empezó a doler de una manera increíble rompiendo un poco su corazón.

-Claro que lo somos, idiota.

Suspiró algo enternecido de igual forma. Le dio un ligero abrazo antes de soltarlo y acariciar su cabeza. Entendía, si la situación fuera al revés seguro haría un drama peor. Nunca antes había cancelado una salida con su mejor amigo, si su vida no hubiera cambiado tanto desde que consiguió trabajo seguro se hubiera dado cuenta mucho antes.

-Lo siento. Juro que todo tiene una explicación que eventualmente llegará.

Escuchó ese pequeño sonido que hacía DongYeol cuando estaba molesto.