Capítulo 11

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¡Ya estamos llegando!¡Mirad que hermoso lugar! Gritaba Belén de emoción a los niños.

¡Vamos, vamos, profe, quiero bañarme ahii! Le decía Lucía, una de la alumnas de Belén.

La cascada era gigantesca, de unos 80 metros de altitud, de una hermosura indescriptible, en ella se reflejaba el verde de los árboles, y el azul cielo veraniego.

Una laguna bajo ella había, en donde las aguas caían, con estruendo sonido, de las corrientes. Un lugar hermoso y mágico de la naturaleza, dónde la maestra Belén tenía muchas ganas de ir con sus alumnos.

El agua cubría apenas medio metro, hasta las rodillas de la maestra, y sobre la cintura de aquellos niños.

¿Os gusta este sitio? Preguntaba Belén, esperando una positiva respuesta, viendo la alegría de los niños en sus caras.

¡Sii nos encanta! Dijo Irene. ¡Nunca había estado aquí! Le decia Pablo con una alegría inmensa. ¡Qué guay la cascada, es enorme, como en las pelis! Replicaba Roberto, junto a los demás.

Bueno, mis niños, dejad vuestras mochilas en esta roca grande, que hay aquí a mi lado, dijo Belén.

¡Y ya os podéis bañar, cuándo lo hayáis hecho!¡Y ah, que no se os olvide echaros la crema, que os pusieron vuestros padres dentro de las mochilas, muy importante!

¡Vale profe! Todos a la vez contestaron a Belén.

Cogieron sus mochilas y la amontonaron encima de la gran roca con prisas, algunos ni se llegaron a echar la crema.

Todos los niños como locos, se metieron en el agua, como si de una atracción de feria se tratara.


El Payaso OscuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora