La puerta se abrió, Joaquín vio a su jefe y el papá de su mejor amigo del otro lado del umbral, el hombre le hizo pasar y él entró, Diego estaba sentado en una de las sillas con la mano en el puente de su nariz, Joaquín noto que se veía cansado y quiso preguntarle qué sucedía, su jefe le pidió sentarse.
—Entonces, ¿dónde quieres estar?– preguntó, llamando su atención, provocando que quitara la vista de Diego.
—Evidencias, señor– contestó, el hombre simplemente asintió, y amagó caminar a la puerta cuando el teléfono sobre su escritorio sonó.
—Valdés– contestó, Joaquín se quedo viendo al hombre que escuchaba a través de la bocina del aparato —si aquí está, si ya me los enseñó– dijo, Joaquín dirigió su mirada a Diego, que veía a su padre atento con expresión preocupada —yo si le creo– dijo, Diego soltó un suspiro y miró a Joaquín, el chico intento darle una sonrisa a Joaquín pero le salió como una mueca —de eso no tengo duda, de las similitudes físicas que dice Diego aún dudo un poco– dijo, Diego miro a su padre con semblante confundido, Joaquín miro a su jefe —lamentablemente tendríamos que esperar otro– y colgó.
—Pa– le llamó Diego con reclamo, el hombre lo vio, negó con la cabeza e hizo un gesto con su mano extendida para que el chico se detuviera de hablar.
—Sabes como se maneja, no podemos asumir sin pruebas– le dijo, Diego soltó un bufido y se levantó, salió de la oficina y dio un portazo que sobresaltó a Joaquín y dejó al hombre con un semblante decepcionado que podría notarse a millas a la redonda.
—Te muestro tu nuevo lugar de trabajo y luego te tomas el resto del día, mañana empiezas en evidencias– murmuró el hombre rascando su barbilla con aire cansino, Joaquín asintió y los dos hombres salieron de la oficina.
Joaquín entonces recordó porqué Diego había acudido a su padre con sus dudas, el comandante Valdés había dirigido alguna vez la división de homicidios de esa misma comisaría, y pidió su cambio a crímenes contra la salud justo un año antes de que ellos se graduaran de la academia. Diego nunca supo porqué y él tampoco, pero el hombre había sido de los mejores comandantes e investigadores de toda la ciudad.
-
Joaquín abrió la puerta de su casa, lo primero que llegó a sus oídos fue una melodía suave de piano, sonrió, entró y vio a Emilio sentado dándole la espalda, tocando las duras teclas de un viejo piano de piso, cerró la puerta con cautela y se dirigió a la habitación para cambiarse, disfrutando de los retazos musicales que Emilio hacía al piano sonar, se dirigió a la cocina, tenía hambre. Emilio aún no parecía haber reparado en su llegada, pero Joaquín sabía que no le gustaba ser interrumpido cuando componía, y últimamente sus ratos componiendo eran cada vez más escasos. Emilio lo adjudicaba a un común bloqueo artístico, pero a Joaquín le preocupaba, porque Emilio siempre parecía más feliz habiendo tocado el piano, y todo lo que Joaquín deseaba era que Emilio siempre fuera feliz.
Inspeccionó el refrigerador para pensar en qué cocinar, decidió no complicarse mucho y hacer una pasta con salsa marinara, sacó del refrigerador el frasco de salsa sin especial atención y el frasco resbaló de su mano, lo pudo atrapar antes de que cayera al suelo y se rompiera, pero el frasco se había abierto y ahora tenía salsa en la mitad de su playera blanca, en sus pies descalzos y en el suelo.
—Puta madre– maldijo, volteó a ver hacia la sala, Emilio seguía absorto en su música sin prestarle atención, Joaquín dejó el frasco, que aún contenía un poco de salsa en la encimera, se sacó la playera con cuidado y la uso para limpiar el desastre de sus pies y el suelo, se dirigió a la lavandería y abrió la llave del agua caliente para quitarle el exceso de salsa a la playera, la prenda quedó anaranjada por la mancha y se maldijo mientras comenzaba a lavarla con las manos y la ayuda de una barra de jabón para ropa.
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Carnada (Emiliaco)
Fiksi PenggemarDespués de mucho sufrir, Joaquín por fin tiene la vida estable que quería: una casa linda, un novio perfecto y un trabajo soñado. Todo pronto parece caerse a pedazos cuando por toda la ciudad aparecen cuerpos de chicos asesinados que extrañamente, s...