Anya... Nuestra Hija (HYOGA X SHUN) // OkashiroYukki

Capítulo 9: "De Mal En Peor (Parte 2)"

Tocaron a la puerta de la rubia, al abrir se encontró con la gran sorpresa de encontrarse a Shun.

Pálido, empapado en sudor, cabello revuelto con ojos rojos e hinchados que eran difíciles de ocultar.

— ¡SHUN! ¿¡QUÉ FUÉ LO QUE TE OCURRIÓ!? — Lo invitó a pasar dirigiendolo al sofá.

— ¿Dónde está Anya? — Preguntó en apenas un susurro con la mirada perdida en el suelo.

— Ella está tomando una siesta. Pero más importante Shun ¿Qué ha pasado? — Cuestionó a su amigo con una voz más dulce.

— Yo sólo, quiero darme una ducha. — Suspiró.

— Claro, al fondo a la derecha.

Sin hablar de nuevo, Shun siguió la dirección asegurando el baño con seguro.
Miró su reflejo, sus ojos eran los que más destacaban, pues seguían húmedos.
Sé limpió con rudeza, y procedió a desvestirse, entró a la ducha hasta que él agua corriendo por la coladera captó su atención.
El agua comenzaba a salir rojiza, analizó de donde provenía aquel preocupante color, llegando a su intimidad.

Eso explicaba porque le dolía tanto al caminar, limpió la herida con cuidado terminando de bañarse, alistandose para aquella noche que seguramente pasaría con insomnio.

Fué con Anya, observándola dormir plácidamente junto a June.
Mientras la chica no paraba de analizar el estado de su amigo.

— June... — Habló de repente.

— ¿Si?

— Si algo llegará a pasarme, por favor. Cuida de ella.

— ¿Pero que estás diciendo?

— Sólo quiero asegurarme que esté en buenas manos, si yo...

— Hyoga te hizo esto ¿Verdad? — Lo miró enfadada. — Mírame y dime la verdad. Mírame y dime que él no fue el culpable de tú estado.

— No sé de qué estás hablando. — Giró su mirada a la ventana. — Sólo quiero que Anya quede en buenas manos en caso de una emergencia.

— No me opongo a la ídea, pero... ¿Qué hay de Hyoga? — Shun volteó a mirarla asombrado. — Ustedes adoptaron a la niña juntos. — Prosiguió.

— Él no es bueno para mí hija. Él no merece que Anya le diga "papá"

— Shun... ¿Por qué estás diciendo esto? Apenas hace unos días, Hyoga y tú parecían tan felices... Entonces ¿Por qué...? — El timbre sonó.

Ambos quedaron callados, June no esperaba visitas de nadie a altas horas de la noche. Shun quedó nervioso, sus labios comenzaron a temblar sosteniendo con fuerza la cuna de su hija temiendo que aquel hombre estuviera tras esa puerta.

El timbre comenzó a sonar otra vez, tocando varias veces de forma frenética.
June se dirigió a la sala; pero antes de salir Shun la detuvo diciendo:

— No estoy aquí. — Y se sentó en una mesedora.

La rubia continuó su camino, mirando por la mirilla de quien se trataba, paralizando su corazón al ver aquel cabello rubio.

Abrió la puerta, con Hyoga agitado y lleno de sudor.

— Hyoga, es extraño verte por aquí ¿Necesitas algo? — Intentó hablar de la manera más normal posible.

— ¿Dónde está? — Interrogó mientras se sostenía del marco de la puerta, intimidandola con la mirada.

— ¿Dónde está quién?